La empresa atribuye el episodio a un diagnóstico médico erróneo
28 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Una familia de Santiago ha denunciado ante la Fiscalía a la residencia Amboage de A Estrada en relación con un brote de sarna ocurrido en ella. La familia considera que las medidas tomadas desde la dirección del centro ante la presencia de la enfermedad contagiosa en las instalaciones «foron insuficientes e ineficaces» e insta a la Fiscalía a abrir una investigación por un presunto delito contra la salud pública y lesiones. Aseguran que ese brote de sarna «sen control» podría suponer un peligro para la salud y critican la pasividad del Servizo Galego de Saúde. Según los denunciantes, «a mala praxis do Sergas e da dirección do centro levou á paciente a un estado de saúde complexo que cun diagnóstico inicial axeitado teríase evitado».
La familia también ha informado a la Consellería de Política Social y ha elevado una queja a la Valedora do Pobo, que abrió un expediente para recabar información de los responsables de Política Social.
La madre de la denunciante tiene diagnosticada una discapacidad del 90% y es usuaria de la residencia privada de A Estrada desde julio del 2022. Desde entonces no ha salido de las instalaciones salvo para consultas médicas. Según explica la familia, en mayo de este año empezó a presentar síntomas cutáneos. Aseguran que la mujer acudió a consultas con especialistas de las que la familia no recibió información hasta mucho tiempo después, en vista de que los síntomas no remitían. Posteriormente fue al servicio de urgencias del Hospital Clínico y finalmente, a finales de julio de este año, dos meses después de los primeros síntomas, le fue diagnosticada sarna en el Hospital Gil Casares.
La familia reconoce que la paciente fue aislada desde entonces, pero considera que las actuaciones llevadas a cabo por la residencia «non serviron para nada, existindo novos contaxios, tanto de usuarios como de persoal da residencia». Según indican «a contorna segue a estar contaminada, pasando de ser un problema puntual dunha persoa a ser un problema da institución de alcance non determinado».
El gerente de la residencia, José Antonio Patiño, confirmó ayer que en la residencia existió un brote de sarna, pero descartó cualquier responsabilidad de la empresa y aseguró que el asunto está ahora controlado. «É a primeira vez que me pasa algo así. Acabo de enterarme da denuncia agora a pesar de que levo tempo falando coa familia, que está informada de todo. Dóeme que isto se faga público, pero teño a conciencia moi tranquila porque as cousas se fixeron ben. O problema foi que o diagnóstico chegou tarde», explica.
Según indica, en cuanto se detectó el problema cutáneo, la usuaria afectada fue atendida por el médico del centro y desde entonces se estuvo en seguimiento continuo por el centro médico local, aunque los médicos no acababan de dar con la patología ni con el tratamiento acertado. «Como non estaba claro que tiña e non melloraba pagamos a consulta nun dermatólogo privado, que dixo que era alerxia a algún medicamento e doulle un tratamento. Ao descartar a sarna quedamos tranquilos, pero como non melloraba acabou tendo que ir a Urxencias e aí conseguiu que se axilizara a cita co servizo de Dermatoloxía, onde finalmente se lle diagnosticou sarna», cuenta Patiño. «A partir de aí aillamos á paciente e, seguindo o protocolo, démoslle a residentes e empregados o tratamento correspondente e levamos a cabo a desinfección de todas as salas, levando a lavar toda a roupa a unha lavandería externa. Estamos ben tranquilos co noso proceder. A neglixencia non foi nosa; en todo caso sería da persoa que fixo o diagnóstico», defiende.