La apertura de pistas forestales arrasa humedales y flora singular en A Estrada

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

cedida

Verdegaia solicita la paralización de los trabajos y la reparación de daños

04 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El plan de ampliación y mejora de pistas forestales que el Concello de A Estrada está ejecutando en colaboración con el Servizo de Prevención de Incendios de Pontevedra podría ser contraproducente para la prevención de incendios. Al menos eso es lo que considera el colectivo ecologista Verdegaia, que asegura que los drenajes que se están produciendo en algunas zonas de humedales al instalarse tuberías para la canalización de las aguas acabarán por secar las brañas, que son ecosistemas que de forma natural funcionan como almacenes de agua durante todo el año y que pueden actuar de barrera frente a los incendios. 

El plan de mejora de pistas forestales del Concello estradense ha supuesto en Souto la recuperación de cinco kilómetros de una pista para la prevención y extinción de fuegos que une tres lugares de dos parroquias estradenses: Requián y Casalpaio (Frades) y Paramá, en Santo André de Vea. Este tipo de trabajos también se están realizando en tres pistas de Codeseda, concretamente las de Xubrei, Insuela y Quintas, que conectan esta parroquia con Souto y Cerdedo-Cotobade.

La asociación ecologista Verdegaia pide la paralización de los trabajos y la reparación de los daños causados al ecosistema. Asegura que estas obras han afectado de forma grave al patrimonio natural de la zona. Según indican, el ensanche y apertura de nuevos viales ha provocado la eliminación o perturbación de áreas en las que crecen cinco especies de flora amenazadas. Entre ellas se encuentra la Lycopodiella inundata, una raro helecho en peligro de extinción. Esta especie tiene en esta zona estradense su mayor población del territorio gallego.

Los trabajos también causaron un impacto importante en las poblaciones de Narcissus pseudonarcissus de la subespecie nobilis y de Narcissus cyclamineus, dos especies bulbosas que se han visto directamente afectadas por los cortes en el terreno. Por último, Verdegaia destaca que se están viendo afectadas además dos especies de briófitas amenazadas: Sphagnum pylaesii y Fuscocephaloziopsis connivens, debido a las alteraciones sufridas en su frágil ecosistema.

Los ecologistas advierten que también se han visto dañados dos Hábitats de Interés Comunitario considerados prioritarios: las turberas altas activas y los brezales húmedos atlánticos de Erica Tetralix y Erica ciliaris, seriamente afectados al ser atravesados por la maquinaria. Estos dos hábitats tienen muy poca resiliencia ante las alteraciones, y más aún cuando estas afectan al nivel freático, como ocurre en este caso. Estos lugares son el refugio de muchas especies amenazadas, como la Lycopodiella inundata o la Littorella uniflora, que cuenta en uno de estos brezales con una de las cinco poblaciones que se conocen actualmente en Galicia.

Verdegaia explica que las obras se están llevando a cabo en varias zonas húmedas incluidas en el Inventario de Zonas Húmidas de Galicia, así como en varios nacientes de regatos tributarios del río Umia.

El colectivo ecologista recuerda que, además, se han realizado trabajos en los entornos de protección de elementos patrimoniales, como mámoas y petroglifos, con intervenciones con maquinaria pesada a escasos metros del destacado petroglifo de Chan de Lamas, en el que se representa un gran ciervo que es único en A Estrada y muy peculiar en el conjunto rupestre gallego. Además, se han derribado muros de piedra en seco, reconocidos por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial y se ha afectado a los terrenos en los que se desarrolla la Baixa de los caballos en la célebre Rapa das Bestas de Sabucedo.