Proyectan una residencia para personas con enfermedad mental en A Estrada

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Miguel Souto

El Arzobispado le ha cedido la rectoral de Agar a la Fundación Salma

13 nov 2025 . Actualizado a las 20:05 h.

El Arzobispado de Santiago de Compostela y la Fundación Salma para el cuidado de la salud mental en Galicia acaban de firmar un acuerdo por el cual la entidad sin ánimo de lucro podrá hacer uso de la casa rectoral de la parroquia de Agar (A Estrada) durante diez años prorrogables.

El objetivo de la Fundación Salma es rehabilitar el inmueble para convertirlo en un centro residencial para personas con enfermedades mentales. Según explica la presidenta de la Fundación Salma, Ana González, se trataría de convertir el edificio en una casa-hogar con 14 plazas de residencia y otras tres o cuatro para usuarios en régimen de centro de día.

Una de las grandes bazas del edificio son los terrenos colindantes. El convenio de cesión incluye la parcela de 8.000 metros cuadrados que rodea la casa rectoral, a la que a la larga se le podría sacar mucho partido no solo para el esparcimiento, sino incluso para alguna actividad económica vinculada a la casa-hogar. «Nuestro sueño sería, a medio o largo plazo, poder crear incluso un centro laboral de rehabilitación psicosocial. A Estrada es una zona sidrera. Se me ocurre, por ejemplo, una plantación de manzanos», aventura Ana González.

Pese a los sueños de futuro, la presidenta de la Fundación Salma tiene los pies en la tierra y sabe que aún queda mucho camino por recorrer. La cesión del edificio ha sido un paso firme, pero ahora toca buscar la financiación necesaria para rehabilitar la casa rectoral y adaptarla a las necesidades.

Para ser una rectoral, el edificio de Agar es bastante modesto. Es grande, pero solo presenta ventanas en la parte superior y carece de los valores patrimoniales de otros inmuebles de la misma tipología. La ventaja es que las exigencias de Patrimonio también son menores que en otros casos.

El interior del edificio se encuentra en bastante buen estado de conservación, ya que hasta hace pocos años fue utilizado como vivienda por el sacerdote que atendía la zona. No obstante, para poder destinarlo a residencia habrá que acometer una importante reforma para ajustarse tanto a las nuevas necesidades como a la estricta normativa para este tipo de centros.

La estructura y el tejado se conservarán, pero el interior habrá que demolerlo para habilitar todos los dormitorios. La cocina se construirá de nuevo en la zona que ocupa un alpendre anexo, para optimizar el espacio de la rectoral y encajar el mayor número posible de habitaciones para que el proyecto resulte viable.

Según el anteproyecto esbozado por la Fundación Salma, el coste de la reforma rondará los 600.000 euros. A la entidad le toca ahora buscar financiación —de la Xunta o los fondos Next Generation de la UE— y donaciones privadas para poder materializar el proyecto.

La Fundación negociará con la Xunta el concierto de todas las plazas, ya que la administración autonómica ha descartado la opción de crear una residencia pública y Salma, que además es una entidad sin ánimo de lucro, no ve viable ni conveniente la oferta privada de plazas.