Los lobos dejan 21 ovejas muertas en sendos ataques en A Estrada y Cerdedo

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

CERDEDO

cedida

En el caso estradense la familia sufrió primero la embestida del lobo y luego el robo de varios corderos

22 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El lobo ha vuelto a atacar en la comarca, donde en las últimas semanas ha provocado 21 bajas en la cabaña ovina de dos ganaderos.

El último de los ataques tuvo lugar este martes por la mañana en la parroquia de Figueroa, en el municipio de Cerdedo-Cotobade. Las ovejas habían dormido a cubierto, pero su dueño les abrió temprano para dejarlas salir a pastar. En esas primeras horas de la mañana tuvo que producirse el ataque, en el que resultaron muertas cinco ovejas, cuatro de ellas preñadas. Otras tres que se encontraban en el mismo pasto se libraron, igual que otro rebaño que estaba al lado, en un prado separado del primero por una malla. Según explica el propietario, Juan Carlos Tasende, una vecina de la zona había visto merodear al lobo por la carretera hacia Sabucedo.

Los agentes de Medio Ambiente acudieron en la mañana de ayer a evaluar los daños y emitir el informe correspondiente para poder acceder a las ayudas de la Xunta por ataques del lobo.

El ganadero ya había sufrido en noviembre otro ataque del lobo en el que tres ovejas habían resultado muertas y cuatro más desaparecidas.

En el caso de A Estrada, el ataque se produjo este Carnaval en la parroquia de Oca, en una finca situada cerca de la iglesia. En él perdieron la vida 16 animales: siete ovejas, un carnero y ocho corderos. Otras diez ovejas y cuatro corderos lograron salvarse, según explica el propietario de los animales, José Gómez.

«Xusto este luns 19 fixéronse cinco anos de que viñera o lobo facer outra boa», cuenta Gómez.

Los animales se encontraban en una finca en extensivo donde tienen un refugio en el que pueden resguardarse a voluntad cuando quieren. «O ataque debeu ser pola noite. Atopounas o meu pai o domingo pola mañá cando ía para a misa», explica Gómez. En los días posteriores, lo que quedaba del rebaño durmió encerrado por precaución. No obstante, este martes la familia se percató de la desaparición de tres de los cuatro corderos que quedaban. «Neste caso non hai restos de nada e todo apunta a que os roubaron, porque eles sós non marchan», comenta el ganadero. «A rendabilidade desto é moi pouca. Este ano case non imos ter nin para comer nós. Nós temos ovellas porque para o meu pai é unha forma de entreterse, pero negocio non é», asegura.

En caso de ataque del lobo hay que llamar al 012 para que los agentes de Medio Ambiente acudan a evaluar los daños y a informar para poder solicitar ayudas.