La Xunta sigue sin definir el modelo asistencial para la capital dezana al margen de cómo se pueda llamar
27 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hace una década comenzó a plantearse en Lalín la necesidad de incrementar la asistencia sanitaria para lo que se hacían necesarias unas nuevas dependencias. El ambulatorio se quedaba pequeño. Desde entonces esa nueva infraestructura, al margen del nombre, sigue sin fraguar pero tampoco se definió ni antes ni por ahora el modelo de un equipamiento para el que solo hay una cuestión clarificada: su emplazamiento en el Alto de Vales. Tampoco presupuesto ni plazos.
¿Cuándo comenzó la gestación del proyecto sanitario?
Las primeras gestiones para dotar de una nueva infraestructura en Lalín se remontan ya al 2007. Pero en el 2010 parecía tomar rumbo de crucero lo que entonces se denominó como Centro de Alta Resolución (CAR). Estaba programado dentro del Plan de Modernización das Infraestructuras Sanitarias 2010-2013. Además del CAR se construiría un nuevo centro de salud y Punto de Atención Continuada (PAC). La superficie estimada del CAR era de 3.775 metros cuadrados, a los que se sumaban 3.362 para el centro de salud y el PAC, para un total de 7.100 metros cuadrados de superficie a ocupar.
¿Qué papel jugó el Concello?
Desde el gobierno lalinense, del mismo color político que la Xunta en aquella época, se conseguía la firma de un convenio entre el alcalde del PP, José Crespo, y la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, el día 30 de enero del 2010 para la construcción del CAR. El Concello debía poner a disposición los terrenos donde emplazar el nuevo equipamiento sanitario, con la intención de financiarlo a través del ya citado plan de modernización sanitaria.
¿Qué trabas surgieron en un primer momento?
El proceso de consecución de los terrenos se dilató más de lo previsto, ya que el Concello debió recurrir a las expropiaciones hasta conseguir todas las parcelas previstas en el Alto de Vales. Pero para el 2012 ya estaban disponibles, aunque por el camino, desde la firma del convenio en enero del 2010 ni se había licitado la redacción del proyecto.
¿Cuál es el presupuesto que se manejó?
Siempre se habló de una inversión en torno a los 12 millones de euros por parte de la Xunta. En determinados momentos en esa travesía del desierto sin que se materializase el CAR incluso se habló de financiación público-privada para su construcción y puesta en marcha.
¿Qué especialidades se prevén en el CAR?
En espera del nuevo Plan Funcional e de Espazos en Lalín en el que dice estar trabajando la Xunta, a día de hoy se desconoce qué especialidades tendría el CAR que ahora se pretende denominar Centro Integrado de Saúde. En su momento se había anunciado a la firma del convenio del 2010 que contaría con área de consultas externas y bloque diagnóstico con un aula de educación sanitaria, dos despachos, una sala de extracciones, y otra de atención al paciente. En la de consultas externas habría trece locales polivalentes y cuatro específicos para ginecología, obstetricia, urología y traumatología. En los destinados a exploración iría la unidad de cardiología, la de digestivo, neumología, urología, otorrinolaringología, oftalmología, endocrinología, traumatología y cirugía general, a las que se suma ría una unidad de endoscopia. En la zona de radiología se incluiría un área de TAC, de resonancia magnética, de Ecografía y radiología, además de una zona de pacientes, otra de administración, una de apoyo y otra destinada al personal. La zona quirúrgica dispondría de dos quirófanos.
¿Hubo alguna iniciativa para reactivarlo?
Durante esos más de siete años desde la firma del convenio hubo subidas y bajadas sobre el futuro del CAR en función de intereses políticos, cambios de color en el gobierno de la Xunta,... Pero nunca llegó a definirse claramente ese proyecto, en cuanto a plazos, servicios sanitarios a prestar, financiación... El último «intento» se producía con la firma de un protocolo en febrero del 2015 para la elaboración de un anteproyecto de ese centro de alta resolución para Lalín por la entonces conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera. Pero ni el plan funcional para ese CAR dependiente del CHUS de Santiago se materializó ni tampoco lógicamente las instalaciones.
¿En qué momento se encuentra la consecución de estas dependencias?
Los últimos movimientos políticos en el Parlamento de Galicia por parte de partidos de la oposición, en especial del BNG, desvelaron no hace mucho que el concepto del centro de alta resolución ha quedado defenestrado por la Xunta. Antes se habían incumplido nuevos plazos sobre la elaboración y presentación del plan funcional apuntados por el conselleiro Jesús Vázquez Almuíña a responsables del actual gobierno lalinense hace ya más de un año.
¿En qué línea de trabajo se mueve la Xunta?
Si nos atenemos a las declaraciones del portavoz de Sanidade del PP en el Parlamento de Galicia, Aurelio Núñez, cuando compareció hace unos días, se trabaja en determinar el nuevo modelo de asistencia sanitaria integral para Lalín. Incluso se apuntó a que estará en consonancia con el convenio suscrito en su día entre Xunta y Concello, cuando puso los terrenos del Alto de Vales para construir las instalaciones. Consideró obsoleto el modelo de CAR y habló de dotar a la capital dezana con un Centro Integrado de Saúde.
¿Cómo se define el nuevo modelo manejado por la Xunta?
El denominado Centro Integrado de Saúde saltaba a la palestra hace pocos meses cuando se anunció la conversión del antiguo Materno de Lugo en ese nuevo concepto. Incluiría un PAC, atención primaria y consultas, entre ellas las de pediatría, odontología, ginecología y obstetricia. La pretensión de la Xunta era licitar este año ese centro y que estuviera operativo en el 2020, con una estimación de coste de las obras de entre 7 y 8 millones de euros.
¿Convence en Lalín ese proyecto?
El PP lalinense ha defendido a capa y espada que se conseguirá la mayor inversión sanitaria en el municipio de la historia. Bajo un prisma totalmente distinto ve el nuevo giro el gobierno local, que insiste en reclamar un CAR anunciando medidas sociales de presión. Para el cuatripartito sigue sin conocerse el modelo, ni la asistencia sanitaria y especialidades que se prestarían en ese centro integrado. Tampoco saben nada de plazos o costes. Lejos quedan esos 12 millones consignados en el 2010, como la pendiente -y necesaria- modernización de los equipamientos sanitarios en Lalín.