
El lalinense Misha Bies Golas participa en la colectiva sobre la pereza en CaixaForum Barcelona
09 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Encontrar el mensaje artístico de cualquier objeto, de aquello que podemos encontrar en un paseo por la calle, con una lectura distinta a su uso cotidiano. Bajo esa premisa de filtrar la realidad que nos circunda podemos analizar en parte, solo en parte, la propuesta creativa de Miguel Calvo Ulloa (Lalín, 1977) que firma su obra como Misha Bies Golas. En este año tan especial también para el mundo de la cultura, su obra estuvo o está presente en exposiciones colectivas de relevancia, tanto en México como en Cataluña, además de promover otros proyectos vinculados a la edición y una muestra con Carlos Maciá en Cáceres.
En tierras mexicanas participó, con parón expositivo incluido, en la colectiva La cuestión es ir tirando, comisariada por su hermano Ángel. Pero ahora mismo una de sus obras forma parte de Sooooo lazy. Elogio del derroche, una exposición abierta el pasado 26 de noviembre y que podrá verse en CaixaForum Barcelona hasta el 18 de abril. Comisariada por Beatriz Escudero y Francesco Giaveri, este último conoce desde hace años al artista lalinense, estuvo en su taller en alguna ocasión, escribió sobre sus creaciones y ya sabía de la existencia de la pieza escogida para viajar a tierras catalanas. Una peana y un cigarrillo conforman una obra del 2012 que hace referencia a las esculturas de humo efímeras que Giovanni Papini describe en su novela Gog.
Como se destaca por los comisarios, «el olvido genera la obra, el accidente encierra un comentario irónico sobre la pérdida de tiempo y el derroche de un cigarrillo olvidado en una peana durante un montaje expositivo». Una pieza donde el tiempo queda liberado del trabajo productivo, en espera de que algo inesperado suceda por sí solo. Misha Bies Golas comparte colectiva con nombres de prestigio en el arte como Esther Ferrer o Ignasi Aballí, entre otros. «En esta exposición hay piezas que yo ya conocía de haber visto en otras muestras, de una manera dispersa», resalta el dezano.
«El confinamiento me pilló justo volviendo de Rusia donde presenté la película que protagonicé y al llegar los proyectos previstos se pospusieron, por lo que fue un tiempo para la reflexión, para estar en casa tranquilo y trabajar en mis cosas», comenta respecto a estos meses en medio de la pandemia. Tras un viaje a Oporto para abordar nuevos proyectos, ya perfila detalles para la inauguración el día 18 de diciembre en la galería Kernel de Cáceres una propuesta artística con Carlos Maciá, con quien ya trabajó en otras ocasiones. «Esta exposición surge de una invitación que nos había hecho Ángel Calvo para participar en Salón, en Madrid, en el salón del piso donde vive una pareja que las promueven», explica.
La pieza gestada en la capital madrileña se presentó el pasado año en Palma de Mallorca y ahora en Cáceres. «Atendía a derivas por la ciudad, con las premisas que marcaba el comisario y que venían en gran medida de una performance de Zag en los años 70, fijando un perímetro de un kilómetro a la redonda y donde teníamos que encontrar cosas por la calle para montar la exposición», incide Misha Bies Golas, significando que además se había hecho con el cartel de la muestra una edición, intercambiándolos los dos artistas para su intervención pictórica y el resultado es una colección con la que se monta la instalación en la galería Kernel, junto a la obra primigenia con modificaciones.
Para el 2021 se está gestando algún nuevo proyecto en Portugal, denominado Neg o Nova Escultura Galega, en el que trabaja con Jorge Varela, creador de Allariz, que expuso en la última Bienal Pintor Laxeiro de Lalín. «Se trata de un proyecto expositivo y una edición de uno de nuestros viajes a modo de peregrinación a Rumanía, para ver la columna sin fin de Brancusi. De fraguar esta iniciativa retomará su faceta de escultor, tras un tiempo más enfocado en la pintura y fotografía, mientras incide también en grabado y trabajos esgrafiados.
Las propuestas artísticas en espacios menos al uso que un museo o una galería tradicional tienen protagonismo en el quehacer de Misha Bies Golas estos últimos años, con Salón en Madrid, Trastero 14 en Palma de Mallorca o Ciclón en Santiago. En la capital compostelana forma parte de los impulsores de estas exposiciones efímeras en un piso, vinculadas a la edición, «que retomaremos con un formato cambiado a principios del 2021, ya que la parte expositiva sería problemática, pero sí la parte de publicación y abrirse a nuevas formas y formatos editoriales».
Este artista recolector, un paseante capaz de aprovechar materiales con un nuevo fin, asegura sentirse cómodo en escultura, fotografía, pintura, instalaciones,... porque «mi trabajo va cambiando mucho en función de las necesidades, de los hallazgos o las ideas, que se formalizan de una manera diferente atendiendo a la vía más adecuada». Bies Golas afirma inspirarse bastante con textos literarios, con relatos de ficción, además de interpretar a otros autores, a los que tamiza bajo su cedazo personal. Las apetencias varían, porque «insistir sobre una fórmula se agota y me agota, porque no soy muy de rutinas, frente a los pintores que son más metódicos y disciplinados, perseverantes». Eso sí, todo el día piensa en arte aunque no siempre esté en el taller.
Edición gráfica con la editorial Alauda Negra de Sarria
La edición gráfica tiene peso en la creación de Misha Bies Golas. Su última propuesta surge en colaboración con la editorial Alauda Negra de Sarria y está exponiéndose en la Fundación Luis Seoane dentro del Festival de Fotografía da Coruña (FFoco). Un creador que combate a través del estudio la búsqueda de las fuentes de inspiración, con una capacidad especial para filtrar la realidad que le circunda, donde puede haber siempre algo a tener en cuenta.