Marián Costa: «Es increíble la cantidad de gente que está comprando vestidos de fiesta»

LALÍN

CESAR QUIAN

Al frente de una tienda en el mismo lugar donde su abuelo empezó, en San Andrés 21, ha conseguido traer a la ciudad marcas como Jorge Vázquez y Pertegaz, define a sus clientas como «mujeres sin edad y muy libres» y ya adelanta el color de la temporada: el lila

21 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Su bisabuelo era sastre en Moneixas, una parroquia de Lalín. Su abuelo abrió en los setenta la tienda Guerra en San Andrés. Su madre y su tía fueron las propietarias de la desaparecida empresa Guerral, que llegó a tener nueve establecimientos en Galicia. Marián Costa Guerra, de 43 años recién cumplidos, parece claro que por genética tenía que dedicarse al mundo de la moda. «Pues de pequeña quería ser psicóloga y acabé estudiando Derecho. Nunca me imaginé en una tienda a pesar de la familia», asegura. Charlamos en el café Bambú, muy cerca de su negocio de la calle San Andrés 21, el mismo bajo en el que trabajó el abuelo. «Es una tienda multimarca en la que acabamos de estrenar un pop-up de Jorge Vázquez y Pertegaz. Poder contar con dos firmas que desfilan en Cibeles y que apuestan por lo artesanal es un lujo. Son prendas de temporadas anteriores, que tienen un descuento del 40 o el 50 %, pero que nunca pasan de moda. Es increíble la cantidad de gente que está comprando vestidos de fiesta. Será porque piensan ir a bodas estos meses, o por ganas de estrenar y volver a tener vida social», analiza. 

Primavera de lila

Me la encuentro en la calle fumando un cigarro. «Las bolsas de chuches y el tabaco son dos vicios que me cuesta abandonar», confiesa. En el móvil pulsa una aplicación para enseñarme el color exacto que se va a llevar esta primavera que acabamos de estrenar. «El lila y el fucsia son indispensables. En especial el lila clarito. Se lleva en todo, en punto, en los vestidos, en los complementos... Nos vamos a cansar de verlo. En general viene una temporada con mucho color. Después de todo lo que pasamos da la sensación de que hace falta colorido en nuestras vidas», reflexiona. «Las prendas en tendencia son los vaqueros blanco roto de cadera alta y pierna recta de Les Coyotes de París. Y yo no sé pasar una primavera sin vaqueros y americana. Soy menos de vestidos porque soy muy friolera», añade. Se muestra optimista con el futuro de la calle San Andrés. «La recuperación es lenta pero está ahí. Hay tiendas especializadas, buenos locales de hostelería, negocios diferentes... Confío en que acabe siendo una zona de referencia», afirma esta empresaria que también ve con optimismo lo que queda de año. «Hay una parte de la sociedad que ha ahorrado estos meses y tiene muchas ganas de ir a la peluquería, comprar en las tiendas y socializar», asegura. 

Cacheira de Lalín

Confiesa que su asignatura pendiente es hacer más deporte. «Hubo unos años que tuve entrenador personal, pero nunca más. El horario de la tienda es complicado, pero no es excusa porque si buscas huecos los encuentras. Me gusta salir de caminata con mi perrito Petit y con mi marido». Antes de irse a estudiar a Madrid, estuvo interna en las Carmelitas de Ourense. «Al final acabé trabajando en la empresa familiar y cuando me casé nos instalamos en A Coruña, pero era terrible ir y venir todos los días a Lalín. Por eso decidí montar mi propia tienda en el 2014, en plena crisis. Voy de crisis en crisis», comenta. «Mi clienta es una mujer sin edad y muy libre. Es un perfil urbano e independiente. A partir de los 30 las mujeres quieren prendas buenas y no ir vestidas iguales a otras», sentencia. Le dedica cantidad de horas a alimentar las redes sociales. «Viene gente que te conoce por Instagram y parejas de chicas que te enseñan en el móvil una prenda de tu perfil. Hasta ahora posaba yo, pero esta temporada contraté a una modelo», explica esta coruñesa de Lalín. «Lo que más me gusta del cocido es la cacheira y lo que nunca tomo son los garbanzos. En mi caso no lo hago, pero lo sé hacer, y siempre con buenos productos de mi tierra», presume. Cuando apaga las luces de San Andrés 21, le encanta estar en casa. Confiesa que puede pasarse horas tumbada en el sofá viendo distintas revistas de moda. Aunque no es de series, le encantó The Crown. En su Spotify vital nunca faltan Coldplay, U2, Sabina e Iván Ferreiro. Así es Marián, una emprendedora a la que le gusta el trato con la gente y que reconoce que «me cuesta decir que no».