Se produjeron la misma noche que en Losón y no se llevaron nada de valor
25 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La Guardia Civil recibió ayer nuevas denuncias por robos en iglesias de la zona y que se suman a la entrada de desconocidos en la de San Pedro de Losón, en Vila de Cruces, en donde los amigos de lo ajeno llevaron a cabo cuantiosos daños en edificio y puertas. Si en Losón los ladrones no se pudieron llevar nada, en el resto de los templos a los que accedieron se saldaron con un botín de lo más exiguo que no alcanza más allá de algún que otro euro y una cadenita de metal dorado que portaba la imagen de una Virgen, pero que carecía de valor económico.
Los asaltos se produjeron la misma noche, a lo largo de la madrugada del lunes al martes. Las iglesias donde se produjeron los ataques vandálicos fueron la de Santiago de Taboada, al pie del Camino de Santiago, y la de San Miguel de Ponte, ambas en el municipio de Silleda, y la de la parroquia lalinense de Prado. El párroco de Ponte y Taboada, Luis Galego, contaba ayer que en ambas iglesias rompieron supuestamente con una pata de cabra ambas puertas. Cree que «aquí traballaron rápido». El día anterior estaba todo bien y a la mañana los vecinos vieron los desperfectos causados.
El cura de Lalín, Marcos Torres, a cuyo cargo está también la iglesia de Prado, explica que «baleiraron os armarios todos da roupa». En este caso accedieron al templo por una puerta lateral: «sacaron cunha pata de cabra unha esquina para poder meter a man e abrir por aí».
En las iglesias de Taboada y de Ponte se encontraron a la mañana siguiente al robo con las cerraduras forzadas. Una vez dentro, los ladrones parece ser que fueron directos a las sacristías, seguramente en busca de algún dinero que pudiera guardarse allí. Los párrocos se encontraron con los armarios revueltos, las ropas sacerdotales tiradas en algunos casos, al igual que los libros que se guardan en estas mismas salas. Aparte del revoltijo y tras las inspecciones llevadas a cabo en las iglesias, no se echó en falta nada, las imágenes estaban en su sitio y los sagrarios estaban intactos. Los sacerdotes de la zona aseguran que desde hace mucho tiempo en las iglesias no hay nada de valor. En algunas ya solo se celebra misa cada 15 días.
Desde hace años, las piezas de valor que había en las iglesias se salvaguardan, en muchos casos en museos, precisamente para evitar los robos. Eso hace que los ladrones, como ocurrió en este caso, no se acaben llevando nada. Lo que sí ocasionan son importantes gastos derivados de la necesidad de reponer y arreglar puertas o cerraduras. En el caso de la iglesia de San Pedro de Losón, las reparaciones incluyen también la reconstrucción de un robusto muro de piedra de la iglesia, así como dos puertas que quedaron totalmente destrozadas: una principal y otra lateral. Este tipo de asaltos se suele producir de noche y los ladrones eligen normalmente templos que se encuentran en zonas más apartadas y que no cuentan con ninguna vivienda cerca.
Advertencia de la Diócesis de Ourense a los sacerdotes de la comarca dezana
Tanto Luis Galego como Marcos Torres se hacían eco ayer de la advertencia que recibieron estos días por parte del Obispado de la Diócesis de Ourense. Desde la capital ourensana recibían la noticia de una oleada de asaltos e intentos de robos que se estaban produciendo esta temporada en iglesias de aquella diócesis, especialmente en localidades de la parroquia de O Carballiño.
Dada la proximidad de esta zona con la comarca de Deza, el Obispado advertía a los sacerdotes de la posibilidad de que los amigos de lo ajeno extendieran su radio de acción a la provincia de Pontevedra. Sean no las mismas personas los autores de los asaltos en las iglesias ourensanas y en las pontevedresas, el caso es que las advertencias del Obispado de Ourense no iban desencaminadas y finalmente dieron en el blanco. A los curas de la zona le pedían que extremaran las precauciones.
El último ataque a una iglesia de la zona de O Carballiño tuvo lugar a finales de la semana pasada y acabó siendo un intento de robo en la iglesia de San Xoán de Ourantes, en Punxín. En este caso los ladrones también ocasionaron daños y acabaron quemando una puerta de acceso en uno de los laterales del centro al no ser capaz de abrirla.
En las ultimas semanas robaron cinco imágenes de diferentes santos, dos cálices, un copón y un incensario en la iglesia de San Martiño de Lago, en Maside, y en la de Vilela, en Punxín, se llevaron dos copones, un sagrario y un cáliz. Antes de estos se habían registrado ya otros dos robos en el municipio de San Amaro, en este caso en las iglesias de San Fiz de Navío y Santa María de Salamonde.