El Premio de Gastronomía reconoce en Lalín a dos cocineras y dos empresas

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

JOSE PARDO

Los galardones, que incluyen a un viticultor, se entregarán el día 8

01 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Lalín entregará los Premios de Gastronomía de Galicia de este año el próximo 8 de abril en un programa Especial Cocido del Luar de la TVG. Este año una de las novedades es la reestructuración de las categorías que deja en cinco los galardones. En vez de uno por provincia, los destinados a reconocer la labor de toda una vida en los fogones pasa a ser solo uno de carácter autonómico que lleva desde ahora el nombre Pepe Solla.

María Leonila Fernández López, del restaurante O Sexto Pino de Ferrol recibirá el premio por 44 años dedicados a la cocina. El jurado destacó su amplísima trayectoria que finalizará este año con su jubilación. En el apartado profesional se distinguió a una pulpeira histórica de O Carballiño. Se trata de Aurora Baranda, galardonada por su importante trayectoria y el crecimiento de su empresa con la apertura de nuevos negocios en los últimos años.

La Alacena Roja fue premiada en el apartado de empresa por su contribución a la promoción de la gastronomía gallega y sus productos difundiendo sus platos y la profesionalidad de la hostelería gallega. La empresa As Maruxas de Nata de San Saturnino de Valdoviño consiguió la distinción al pequeño productor que más destacó el pasado año. En cuanto al galardón destinado a una bodega o empresa vitícola, este año el premio recayó en el godeguero Luís Anxo Rodríguez de A Torna dos Pasás, de la denominación de origen Ribeiro, en Ourense.

«A venta ambulante é moi bonita, os clientes sonme como da familia»

Aurora Baranda es de O Carballiño y toda su vida se lleva dedicada al pulpo. Trabajó con sus padres, sus hermanas y se casó «moi noviña con 16 anos porque daquela había que casar para poder saír da casa». Cuenta que «empecei no 63 e naqueles tempos todo era moi difícil e empezamos coa caldeiriña de pulpo polas feiras, polas romarías... logo xa se foi facendo a cousa máis grande e facíamos banquetes, grandes comidas. Seguiron meus fillos, meus pais faleceron, miñas irmáns deixárono e quedei eu ao fronte de todo». Tienen pulperías en Lugo y en A Coruña «e seguimos dedicándonos ao ambulante. O traballo ambulante é moi bonito. Fun moitos anos á feira a Maceda, a Xinzo de Limia, a Ribadavia, a Cartelle e todo iso. Cada día ves a xente diferente e os meus clientes sonme como familia, considéroos da familia». Explica que «é un trato de moitos anos». Sigue llevando el pulpo por todo el mundo. «O fin de semana pasado estiven en Suíza facendo pulpo e non vexas a xente encantadora de todas partes de Galicia». A Venezuela, relata, fue 20 años a hacer la Festa do Pulpo do Carballiño que celebraban «e volvíamos nos e chegaban os de Lalín a facer a do Cocido».

«Me encanta que a la gente le guste lo que yo cocino, es la satisfacción que tengo»

María Leonila Fernández López lleva 44 años al frente de los fogones del restaurante O Sexto Pino, un histórico en Ferrol. Cuenta que «hice siempre mi trabajo con muchísimo amor y lo más importante para mí era que mi comida estuviese rica y le gustase a los demás pero yo no hice esto porque yo lo eligiese». El restaurante «lo cogió el padre de mis hijos cuando ya estábamos casados y yo desde el primer momento estuve en la cocina», dice. El local siempre tuvo mucha aceptación. En noviembre se jubila y afronta esa etapa con mucha ilusión. Lo quiere, asegura, es «tiempo para dedicármelo a mí. Me encanta cocinar, pero la responsabilidad de una empresa es otra cosa y te levantas y te acuestas con preocupaciones». En cuanto a un posible relevo señala que «aún está en el aire. Yo no quiero que mis hijos sigan aquí. Ellos tienen una carrera pero dicen que lo quieren muchísimo, no sé porqué».

Para Leonila el premio Pepe Solla a la labor de toda una vida es un reconocimiento «impresionante». Cuenta que «llevo dos días llorando y lo agradezco infinito». Su mayor satisfacción en estas décadas de trabajo fue el reconocimiento de sus clientes explicando que «me encanta que a la gente le guste lo que yo cocino, siempre ha sido mi prioridad». Ahora, relata «vienen con sus amigos los niños que venían de pequeños y me han hecho llorar en más de una ocasión porque me emociona ver que lo que yo cociné con tanto amor les llegó».

Su cocina, dice, «sigue siendo la misma en estos 44 años. Tengo una especialidad que es el raxo más rico del mundo, la carne asada, las almejas... y siempre ha sido igual, vienes aquí y los sabores siguen siendo los mismos. Y eso en hostelería es muy difícil». Como autónoma pone el acento en el hecho de que «tenemos que estar demostrando siempre que somos buenos» y la responsabilidad de un negocio con siete trabajadores que exige una dedicación plena y «estar siempre ahí» recordando que «tengo dormido dos horas».