Lalín recreó los ritos de la matanza tradicional frente a un millar de asistentes

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Rocío Ramos

La parroquia de Barcia fue el escenario de una celebración animada por el buen tiempo, la música, la comida y los postres caseros elaborados por las vecinas

06 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El día, con una temperatura primaveral, fue de encargo. Eso unido a los ingredientes tradicionales de una fiesta que siempre triunfa y la recuperación de la normalidad tras la pandemia fueron motivos más que suficientes para que la parroquia lalinense de Barcia se llenase ayer de publico. Más de un millar de asistentes pasaron por la localidad para disfrutar de la recreación de la matanza tradicional y seguir con atención los ritos de esta labor ancestral. Todo ello en una fiesta animada con la música y una degustación de unos 200 kilos de productos típicos a base de costilla, torreznos y chorizos, acompañados de las bebidas correspondientes y coronada con los postres caseros elaborados por las vecinas.

El cerdo, un ejemplar lalaíno que acabó pesando 180 kilos en canal, fue transportado en un carro tirado por vacas. Una nube de fotógrafos, entre profesionales y aficionados, sumado a cientos de vecinos armados con sus teléfonos móviles se encargaron de recoger para la posteridad cada paso de la matanza narrada y comentada por el profesor y doctor en Antropología Social, Xoán Carlos García Porral, natural de la parroquia lalinense de Goiás y autor de A matanza do porco: cultura e tradición, y por el periodista Manuel Vilariño. Porral se encargó de ilustrar a los asistentes con aspectos historiográficos, etnográficos, culturales y hasta anecdóticos de este evento que forma parte de una arraigada tradición.

El centenar de vecinos de Barcia se volcó con la fiesta y muchos de ellos vistieron el traje tradicional para participar en las diferentes labores como fue el caso de los ediles Avelino Souto y Carmen Canda y la directora xeral de Xuventude, Cristina Pichel. Asistieron todos los miembros del grupo de gobierno junto con el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, natural de Barcia, además de una nutrida representación de Compromiso por Lalín y miembros del BNG.

El alcalde, José Crespo, agradeció a los vecinos su total disponibilidad para organizar la edición número 23 de la matanza y especialmente a José Manuel Presas López, la cesión de su casa para realizar la recreación. Avelino Souto aprovechó también para reconocer el trabajo de Mauro, el matachín, encargado de la mata y el trabajo de todos los vecinos, especialmente en el de las mujeres que elaboraron más de 200 bandejas de postres con orejas, flores, cañas, filloas, rosquillas y leche frita.

Fue una de las ediciones más concurridas y por ella se paseó también el cerdo amaestrado Queitano, acompañado de su propietario. Desde las 10.00 horas fueron llegando los visitantes a una celebración a la que puso el colofón la actuación de la orquesta Reflejos. Como ya es habitual, los oficiantes de la matanza, vistieron la indumentaria tradicional con boina o visera y chaleco en el caso de los hombres y de toquilla, pañoleta y falta de época en el caso de ellas, además de los mandiles conmemorativos de la celebración. Para protegerse del sol de febrero, se repartieron entre los asistentes sombreros de paja y viseras de tela que más de uno agradeció. En la carballeira se habilitó una zona de aparcamiento.