El certamen de Lalín que transforma al cerdo y al cocido en arte de primer nivel

Lalín respira arte y gastronomía por los cuatro costados. Con ese gen artístico y apasionado por la comida, no es de extrañar que ambas materias confluyan en una gran exposición. El certamen EmporcArte cumplió ayer su XIII edición, demostrando su consolidación en el panorama cultural gallego y la reivindicación del poderío artístico de la comarca dezana. Hasta el 28 de marzo el museo municipal acoge esta muestra en la que el cerdo y el cocido son protagonistas a través del lienzo, esculturas o en composiciones imaginativas.

La sala de exposiciones se quedó pequeña para la inauguración. Además, los artistas participantes —más de una cincuentena— tenían otro poderoso acicate para estar presentes. Nada más y nada menos que disfrutar del Cocido das Artes, que celebró su 25 aniversario en el restaurante Modesto. Pero antes de ello hubo la parte protocolaria, cargada de emotividad por el homenaje que brindaron a los artistas Alexandro y Eduardo Meijomence.

Cecilia Doporto, encargada del museo Ramón Aller, recordó cómo Meijomence, albañil de profesión, se dejó caer por la sala de exposiciones lalinense al jubilarse. Allí descubrió el arte y dio rienda suelta a su ingenio de forma autodidacta. «Era un gran dinamizador, viña a todas as exposicións co seu acordeón»,afirmaba emocionada. Por su parte, la creadora y crítica de arte, Tareixa Taboada, habló de Alexandro.

A través de Cartas a un rinoceronte trasladó al público asistente su relación y los sentimientos que la embargaron por la pérdida de un referente artístico para Galicia y, por encima de todo, un amigo. El presidente del Parlamento, Miguel Santalices, también hizo referencia a Alexandro, indicando que trabajará para poner en marcha una gran exposición sobre el autor.

Potencial y orgullo

En su turno, Santalices insistió en el potencial artístico de Lalín y su capacidad para exportar talento en todos los ámbitos. «Todo xira en torno a Lalín e saben aproveitar as oportunidades. Teñen un patrimonio artístico dun valor extraordinario e son a vila cultural galega de referencia», dijo.

Por su parte, Román Rodríguez, conselleiro de Educación, manifestó el valor de las personas que hacen posible esta tradición plástica en la capital dezana. «É un día para admirar ao porco convertido en arte», declaró. Finalmente, el alcalde, José Crespo, clausuró el apartado institucional reiterando que «o cocido é máis que un prato para Lalín» y poniendo de manifiesto la consolidación de EmporcArte y el Cocido das Artes en el entroido local.

Propuestas originales

Pero en este caso las palabras estaban acompañadas de ejemplos fáciles de detectar a simple vista. La exposición no deja al espectador indiferente, que puede observar desde obras más canónicas a otras claramente conceptuales. Por ejemplo, Adrián Penido presentó su Maese EmporcArte con una ilustración digital impresa. Un rostro porcino a base de cristales de Swarovski con dientes recubiertos de papel de oro, de Alberto Abeledo, Tito, también despertaron la curiosidad del visitante.

Hablando de visitantes, uno intergaláctico. El maestro Paío presentó un montaje con la ayuda de Ricardo García titulado Invasión alieníxena, consistente en un cerdo de juguete encerrado en una bola transparente que simula el típico casco de un traje de astronauta, encima de una pota.

Uno de los más fotografiados fue el Vincent Van Porcogh de Deiviz Kostoya y, junto a él, un original trabajo de la artista Shui Long Xue Bao: Viradeira Cocha. Una espumadera suspendida del techo y con bridas atadas en los agujeros que forman la carita de un gorrino. La fiesta terminó con la tradicional ofrenda de grelos a la estatua porcina junto al Kilómetro Cero y el ya mencionado ágape de cocido.

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