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Los ecos de la presencia del embajador de Japón en España aún resuenan, en espera de que su visita a Lalín para pregonar la LVII Feira do Cocido genere en un futuro vías de colaboración entre Galicia y el país nipón. En especial con protagonismo para las tierras dezanas, ensalzando allende los mares las excelencias de los productos cárnicos o sus atractivos turísticos y culturales.
Takahiro Nakamae regresó a Madrid cargado de regalos en la maleta y entre ellos figura un retrato firmado por Carlos Santos, artista colombiano afincado hace años en Lalín. Un cuadro de 80 x 90, pintad con acrílicos. El propio autor también se encargó de su enmarcación en madera natural con un sutil toque blanquecino.
Carlos Santos elaboró hasta tres bocetos diferentes en pastel antes de que el Concello se decantase por uno que finalmente llevó al lienzo. En su composición sin duda cobra principal protagonismo el embajador nipón, vestido con traje e incluso con el pin del Cocido elaborado para esta edición con la base del dibujo de Acisclo Manzano que sirvió de cartel anunciador. Pero hay otros elementos singulares de Lalín que conforman el trasfondo de la obra.
Cobran protagonismo edificios y lugares relevantes del municipio. Pero seguro que a más de un lalinense de cierta edad lo que más le llamará la atención será el reflejo de la Casa de Álvaro, en la actualidad con obras de rehabilitación en marcha por la Xunta. Tal como la plasma Carlos Santos en el lienzo poco tiene que ver con la que durante décadas figura en la memoria de otros más jóvenes, cuando el bajo del inmueble lo ocupaba el Banco Pastor. En el cuadro aparece con las antiguas entadas o las ventanas después transformadas.
El castro tecnológico con su torre vigila de fondo la composición, mientras la estatua dedicada al cerdo se mueve un poco de su posición habitual en la calle Colón para compartir primer plano con la placa conmemorativa del Kilómetro 0. Los cielos azules y un pequeño atisbo a la izquierda del cuadro con prados verdes reflejan además la riqueza natural de Lalín.