El plato rey lalinense, elaborado por Álex Iglesias, fue servido a 300 comensales en la comida festiva del concello coruñés
10 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Para la Filloa de Lestedo, que ayer celebró su edición número 42, era la primera como Fiesta de Interés Turístico Nacional. En esta ocasión, el festejo estuvo acompañado por el Cocido de Lalín después de un hermanamiento que se aprobó en pleno, tuvo su presentación en la Feira Internacional da Mel Alvariza de Lalín, una visita de cortejo de la mano de los Xenerais da Ulla en la Feira do Cocido y la consagración de la unión e idilio de ambos platos ayer en Lestedo.
Por parte del novio, si entendemos por este el Cocido de Lalín, que aporta a la pareja su rango de Fiesta de Interés Turístico Internacional, acudió el alcalde de Lalín, José Crespo; el edil de Turismo, Avelino Souto y el también lalinense conselleiro de Educación, Román Rodríguez.
La lluvia dio un respiro que permitió el desarrollo de una jornada festiva que se abría a las 8.00 horas con el encendido de las máquinas filloeiras. A partir de las 12.20 horas desfilaron los Xenerais da Ulla llegados de varios concellos vecinos, incluido el de A Estrada.
La celebración, presidida por el alcalde de Lestedo, Ovidio Rodeiro, contó con una larga lista de autoridades asistentes y actos como la colocación de los Mandís de Honra da Filloa. Crespo fue el encargado de ponerle la prenda al director de la Axencia de Turismo de Galicia, José Manuel Merelles.
El alcalde de Laín aprovechó para vérselas con alguna máquina filloeira y hacer algunas filloas. El Cocido de Lalín fue el protagonista del tradicional Xantar da Filloa que tuvo lugar en el polideportivo de Lestedo. El plato fue elaborado para la ocasión por el cocinero lalinense Álex Iglesias para 300 comensales que dieron buena cuenta de un completo cocido con sopa de cocido, cacheira, lacón, costilla, tocino, pollo, morro, oreja, chorizo, uñas, rabo, grelos, patatas, garbanzos y falda de ternera gallega.
Rodeiro agradeció el consejo de su homónimo lalinense de llevarle huevos a Santa Clara en busca de buen tiempo y puso en valor el reciente hermanamiento entre Lalín y Lestedo agradecieron a José Crespo «poder contar con ese irmán maior que é a Feira do Cocido que representa para nós un espello no que mirarnos» señalando que «non se pode entender o cocido sen filloas nin as filloas sen cocido».