Gloria Vázquez Ferreiro reside en un piso de la rúa Antonia Ferrín Moreiras, en el centro de la localidad, y lleva desde finales de febrero esperando a disponer de servicio e gas. Vive con sus dos hijos, uno de los cuales es menor. Explica que pusieron una caldera para poder disponer de agua y calefacción.
Las primeras gestiones las realizó en febrero y desde entonces, asegura, ya acudió a varias compañías para hacer la petición. De Nedgia, la distribuidora de gas de Naturgy tiene en un teléfono móvil una serie de avisos a través de los cuales le notifican la realización de la gestión y la contratación del servicio pendiente de que pase por su casa un técnico para poner un contador y realizar el enganche a la red. Algo que no ocurrió desde la primera notificación del 26 de febrero.
Reiteró la petición un montón de veces y probó con otras compañías como Plenitude, dice, con el mismo resultado señalando que hace las gestiones vía telemática, le mandan el aviso de alta, pero luego nadie aparece. Su hija mayor cuenta que a falta de agua caliente en casa «xa estou farta de pedirlle a amigas o favor de irme a duchar a súa a casa».
Gloria se queja de las dificultades para hablar con alguna persona física. Algunos de los trámites los hizo también a través de la oficina de Lalín de Naturgy que trasladaron su demanda, pero el supuesto técnico continúa sin aparecer. Asegura que no es necesaria ninguna obra extra y que se trata de «unha alta normal» a la que no le ve problema.