
Crespo anunció ayer que el Concello llevará a cabo la tala parcial de la secuoya gigante ubicada en el parque de Loriga. Un árbol que dijo, adquirió enormes proporciones, y cuyas raíces sobresalen ya. Informó de que ya pidió informes hace tiempo del estado del árbol que «medra moitísimo» y que sigue haciéndolo pese a que se le cortó ya dos veces la parte alta de la copa.
Con esta medida, el regidor quiere evitar que «un día de aire forte» con el de algún temporal reciente pueda acabar por tumbarlo y se caiga sobre el edificio de enfrente. La idea es, dijo, que el árbol quede con una altura de «dez ou doce metros» para minimizar riesgos. Considera que es por una razón de fuerza mayor aunque reconoce que «os ecoloxistas non están de acordo» pero teme que un día su caída pueda causar graves daños. Reconoce también de que con esa tala de gran parte del árbol, este va a correr el riesgo de secar.
Cree que igual el lugar que fue elegido en su día para plantarlo no fue el más adecuado.