Silleda despedía ayer a Argimira Sánchez Balado. A muchos vecinos seguro que el nombre les dice poco. Pero si mencionamos Cachita do Castrelo todo cambia. Supuso todo un referente en varios ámbitos, entre ellos por su vinculación con la Asociación Feiral y Semana Verde. Además ostentó la presidencia de la Asociación de Amas de Casa Xuntanza, tomando durante seis años el relevo de María Gutiérrez, hasta su dimisión en 1990. Cachita fallecía a los 97 años y era velada en su domicilio en la más estricta intimidad por su familia.
Hija de un concejal de la corporación de Silleda durante la República, su padre figuró entre los expedientados y condenados que cumplieron pena de prisión en la isla de San Simón y en Pamplona. «Teño recordo vivo da represión e da frustración da Guerra Civil, que cortou de raíz as miñas ansias de saber, formarme e instruírme como eu quixera. Estas vicisitudes da guerra conformaron as ideas políticas de esquerdas que teño». Así se definía esta mujer emprendedora, de fuerte personalidad y abnegada del trabajo asociativo en La Voz cuando figuró en las listas del BNG, como número trece en la candidatura a los comicios del 2007, aunque también estuvo en alguna otra lista del partido. Por entonces incidía en que el esfuerzo de la formación nacionalista por la recuperación de la memoria histórica, las relaciones personales con dirigentes locales y las propias directrices de la organización a nivel gallego la llevaron a entrar en política.
«Sempre tiven un contacto directo cos alcaldes de Silleda e sempre lles manifestei as miñas preocupacións por arranxar cousas básicas neste Concello», resaltaba entonces, con la convicción de dar a conocer la historia de su tierra. Le gustaba escribir y dicen que incluso elaboró una autobiografía que no llegó a publicar. En ella podría figurar su expedición a Madrid junto a Maril y otros representantes de la Asociación Feiral donde fueron recibidos por el ahora rey emérito.