
Goza de buena salud y ayuda a su familia en trabajos agrícolas
25 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El club de los centenarios de Silleda acaba de sumar una integrante más. María Josefa Limia García, vecina de la parroquia de Quintela-Manduas, soplaba el pasado martes las velas y sumaba ya tres dígitos en su carné de identidad. Una celebración en la que esta mujer, que rebosa vitalidad a pesar de su edad, estuvo rodeada por su familia.
María Josefa Limia nació en Sar, un lugar de la parroquia de Escuadro. Lleva los últimos 28 años residiendo en Quintela junto con la familia de uno de sus sobrinos. Toda su vida estuvo vinculada a las labores del campo como jornalera. A sus cien años recién cumplido todavía se encarga de las tareas del hogar además de cocinar o lavar la ropa, algo que asegura le gusta hacer. Pero su buena salud y sus ganas también la llevan a colaborar en tareas agrícolas, como cortar la hierba con la hoz o sachar la tierra con la azada.
Esta centenaria silledense acostumbra a levantarse temprano y a las siete de la mañana ya comienza el día. En estos últimos años también ejerció como cuidadora de su hermana más joven, que ya falleció, acompañándola hasta el final. María Josefa Limia es soltera y no tuvo hijos, pero cuenta con un gran apoyo de su familia además de una buena salud. A su avanzada edad no necesita tomar ninguna medicación y prefiere cuidarse con hierbas tradicionales, sobre cuyos beneficios para la salud atesora un gran conocimiento.
Con motivo de su cumpleaños tan especial recibió en su hogar la visita de la alcaldesa de Silleda, Paula Fernández, y la concejala de Benestar Social, Ángela Troitiño. Estas le hicieron entrega de un regalo institucional además de compartir un tiempo la celebración de la fiesta junto a la familia de María Josefa. A las dos representantes municipales les aseguraba con emoción que «pasei unha vida de moito traballo e miseria, pero son moi feliz agora ao lado da miña familia, que me coida moito».
Desde el Concello quisieron dejar ayer constancia del reconocimiento institucional a una vida de esfuerzo, sabiduría y generosidad de esta silledense, así como su ejemplo de vitalidad y de amor por los pequeños grandes gestos del día a día.