Las cementeras, a ladrillazo limpio

ECONOMÍA

La suiza Holderbank estudia recurrir ante Bruselas el veto del Gobierno luso a la opa sobre Cimpor El grupo suizo Holderbank, líder mundial del sector cementero, estudia recurrir ante Bruselas la decisión del Ministerio de Economía luso de vetar la venta de más del 10% de Cimpor, en la que el Estado portugués tiene una «acción de oro». Es el último capítulo de un proceso que se inició hace dos meses, cuando Holderbank, junto a la lusa Secil, lanzó una opa sobre Cimpor, propietaria de Corporación Noroeste.

14 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Las principales empresas cementeras del mundo han desatado la batalla por el control del mercado luso-galaico. La suiza Holderbank (en alianza con la portuguesa Secil), la francesa Lafargue y la mexicana Cemex aspiran a comprar la lusa Cimpor, dueña de la gallega Corporación Noroeste. El Gobierno luso no ha jugado limpio en esta guerra, a juicio de Holderbank, puesto que ha vetado la opa lanzada por Secil y Holderbank. El motivo de la oposición del ministro de Economía, Joaquim Pina Moura, a la opa es que Holderbank pretende dividir Cimpor en dos empresas, una para el negocio en Portugal y Brasil y otra se encargaría del resto de países. Además, Pina Moura teme que las decisiones sobre Cimpor se tomen en Ginebra en lugar de Portugal. Para que la opa prosperase era necesario que la asamblea general del pasado viernes aprobase el desblindaje de los estatutos de Cimpor. Pero el Gobierno luso venció en la asamblea, en la que contó con el apoyo del 70% de los accionistas. Secil Holderbank se quedó en minoría y tuvo que realizar una contraoferta buscando el beneplácito gubernamental. Holderbank dijo públicamente que no dividirían la compañía en dos y que el centro de decisiones se mantendría en Lisboa. Demasiado tarde. Pina Moura no se fía y declaró que el Estado luso vetaba la opa hasta final de este año, fecha en que tiene que concluir el proceso de privatización, con la enajenación del 12,7% que permanece en manos gubernamentales. Ante la actitud del Gobierno luso, Holderbank no va a quedarse quieta. El administrador del grupo, Benoit Kock, ha admitido la posibilidad de presentar una reclamación ante la Comisión Europea, según informó ayer el Diario Económico de Lisboa. Kock afirma que «todavía es pronto para saber si recurriremos a Bruselas, pero nuestros abogados ya están analizando los medios para hacerlo».