Iberia afronta otro día de huelga mientras el conflicto con los pilotos se radicaliza

FERNANDO PASTOR MADRID

ECONOMÍA

La aerolínea convoca para mañana una nueva reunión en la que presentará otra propuesta «que partirá desde cero» La situación de conflicto entre la dirección de Iberia y los pilotos del sindicato SEPLA se radicalizó ayer. Tanto que ni siquiera se llegó a celebrar la reunión prevista. Así, la huelga de hoy volverá a paralizar al 23,4% de los vuelos de la compañía, con la convicción por ambas partes de que la negociación se prolongará durante los meses del verano. En total, se cancelarán 238 vuelos (24 de ellos en Galicia) de los 1.019 programados. La compañía intentará reunirse mañana con los pilotos, a los que presentará un plan de reducción de costes «necesario», que el sindicato de pilotos considera «absurdo e incomprensible».

02 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

La pequeña esperanza de que Iberia y el SEPLA llegasen ayer a un acuerdo se desvaneció a primera hora de la mañana, cuando los pilotos exigieron que las reuniones se celebrasen en un lugar neutro, no en la sede de la compañía, para evitar la presión mediática, algo a lo que la dirección de la compañía se negó. De todas formas, según fuentes de la aerolínea, el paro de hoy era inevitable porque «el día límite para poder desconvocar la huelga fue el viernes. Hay 25.000 pasajeros afectados, y aunque hoy -por ayer- se hubiese llegado a un acuerdo, las cancelaciones no se hubiesen podido evitar, ya que los pasajeros ya han sido reubicados y avisados». Todavía hay una posibilidad de acabar con los paros. Iberia ha convocado una nueva reunión para mañana en la que, según la empresa «se partirá desde cero», con una oferta básica de incremento salarial según el IPC anual en un convenio a dos años. Además, plantea un duro plan de contingencia, «para preservar la cuenta de resultados y paliar los graves perjuicios que la huelga está ocasionando», algo que desde el SEPLA se considera «tan absurdo como increíble». Plan de contingencia En este plan se incluyen medidas que van desde la reducción de horas de vuelo en la próxima temporada de invierno, hasta la congelación de contrataciones de pilotos, y abarcan cuestiones como el cierre de rutas internacionales, devolución de aviones y retraso en las entregas de los nuevos, o suspensión de los contratos en período de prueba a los pilotos de la escuela. Fuentes oficiales de la empresa indicaron que se trata de un plan «absolutamente necesario», tanto por los efectos de la huelga de pilotos como porque se han producido en un momento fatídico de paralización de la demanda, que la compañía estaba logrando superar. Iberia teme, sobre todo, la pérdida de clientes potenciales que le supone el conflicto, por el trasvase a otras compañías. Por lo pronto, las reservas de este verano han caído hasta ahora más de un 20%. Según recordaron desde la compañía, Iberia tardó un año en recuperar el nivel de clientela perdido durante la última huelga, en Semana Santa de 1999. Ante la más que probable amenaza de que se viva un nuevo caos en los aeropuertos, el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, afirmó ayer que su ministerio podría mediar en el conflicto sólo «si ambas partes los solicitan».