El obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, propone en su carta pastoral que los paros sean regulados por ley
03 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.La segunda jornada de la huelga de pilotos de Iberia que se vivió ayer se caracterizó, una vez más, por un cumplimiento a rajatabla de los servicios mínimos y una puntualidad que rondó el 85% en los aeropuertos españoles. Pero aunque desde la aerolínea aseguraron que este porcentaje es «normal», los pasajeros no recordaban una huelga tan pacífica. Sin incidentes, pero no rentable. Según fuentes de Iberia, el paro convocado por el SEPLA provocó la cancelación de un 24% de los vuelos previstos y afectó a unas 25.000 personas, lo que se traducirá en unas pérdidas cercanas a los 1.400 millones de pesetas. Y como la empresa no quiere perder más dinero, ha cedido a las reclamaciones del SEPLA y ha aceptado que la reunión de hoy se celebre en un lugar «neutral», la sede del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio. Además, el vicepresidente de Iberia, Miguel Blesa, se mostró ayer convencido de que el acuerdo entre la aerolínea y los pilotos es «posible». Pero los consumidores quieren medidas contundentes. La Unión de Consumidores Españoles pidió que «en determinados sectores» haya jornadas en las que no se pueda existir paros, porque el derecho a la huelga choca con el derecho de los ciudadanos al transporte. El obispo de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, fue más allá y aseguró que la huelga del SEPLA «está incidiendo muy negativamente en el bien común», por los que resulta necesario legislar sobre el derecho de huelga.