Considera un obstáculo insalvable la presencia del SCH y Caixa Galicia en la constructora El banco asegura que «no es conveniente» para accionistas, clientes y empleados
02 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.La escalada de tensión entre el BBVA y Sacyr Vallehermoso por la pretendida entrada de esta última en el consejo de administración de la entidad se convirtió ayer en una guerra abierta en toda regla. Después de una mañana plagada de rumores y contradicciones en torno a la hipotética reunión entre el presidente del grupo constructor, Luis del Rivero, y el máximo responsable del segundo banco español, Francisco González, el BBVA decidió romper el silencio que se había autoimpuesto desde que salieron a la luz las intenciones de Sacyr y abrir el fuego. En un duro comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) poco antes de las cuatro de la tarde, la entidad sentenció: «El consejo considera que la pretensión de Sacyr no resulta conveniente para los intereses del BBVA, de sus accionistas, empleados y clientes». Tampoco escatimó munición a la hora de negarle a la constructora un sitio en su consejo de administración. Tras recordarle que, legalmente, precisaría de un 6,25% del capital (hasta el momento sólo parece tener asegurado un paquete del 3,6%), y que, por tanto, su entrada sólo estaría justificada si fuera «aconsejable y conveniente para los intereses del banco», subrayó que tales razones no existen en este caso. «La pretendida incorporación no aportaría estabilidad adicional a la base accionarial», aseguró para, a renglón seguido, afirmar que «difícilmente, una sociedad de la dimensión de Sacyr Vallehermoso -para la que la inversión que anuncia representaría aproximadamente el 75% de sus recursos propios- puede garantizar una apuesta permanente, continuada y no especulativa». En este sentido, la entidad recalcó que «corresponde a los accionistas de Sacyr valorar la adecuación de esta estrategia de elevado endeudamiento» y añadió que, desde su perspectiva, no parece que la operación «tenga sentido económico o empresarial alguno», como tampoco tiene sentido que la presencia en un consejo de administración dependa de una compañía «no exenta de riesgo» Conflicto de intereses Por si fuera poco, el banco le recordó a Sacyr que la presencia en su consejo y su accionariado de «personas vinculadas al Banco Santander Central Hispano (Juan Abelló), Caixa Galicia y otras cajas de ahorros -entre ellas, Caixanova, aunque no es citada-, que compiten directamente con el BBVA, podría originar conflictos de intereses difícilmente reconciliables con los principios de gobierno corporativo (del banco)». Sacyr tampoco se quedó corta en su respuesta. «Nos alegra sobremanera preocupar tanto al BBVA como para obligarle a remitir a la Comisión de Valores un hecho relevante como éste», aseguraron fuentes de la compañía. Para acto seguido y, en respuesta a las continuas alusiones al buen gobierno corporativo contenidas en la nota del BBVA, afirmar: «A nosotros no nos parece precisamente una muestra de buen gobierno corporativo que sea el presidente del banco el que elija a sus amigos para formar parte del consejo y que, a continuación, blinden sus posiciones hasta el 2007». Obligaciones Las mismas fuentes insistieron en que «tampoco parece una buena práctica defender sólo los intereses de unos pocos. El consejo del BBVA tiene obligación de proteger no sólo a los grandes accionistas, sino también a los pequeños y consideramos que cerrarse en banda a escuchar a un posible accionista no parece la mejor manera de hacerlo».