Los balances del grupo Santander no reflejaron las indemnizaciones hasta el año 2000 Los abonos buscaban «la colaboración completa y absoluta» del ex presidente y de Corcóstegui
08 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Jaime Botín, hermano del presidente del Santander Central Hispano (SCH) y ex consejero del banco, justificó ayer ante la Audiencia Nacional la indemnización multimillonaria pagada a José María Amusátegui, antiguo copresidente de la sociedad, tras su jubilación anticipada. Según testificó en el juicio que se sigue por estos hechos, tanto ese pago como el recibido por Ángel Corcóstegui fueron «convenientes» para la entidad, ya que buscaban contar con su colaboración «completa y absoluta» en el proceso de fusión. En línea con las tesis de algunos de los peritos del caso, Botín reconoció que los 43,8 millones de euros recibidos por Amusátegui como bonus de jubilación «no son algo habitual». Insistió, no obstante, en que sí ocurre en empresas de gran tamaño para recompensar operaciones «exitosas», como la unión entre el Santander y el Central Hispano, resuelta en 1999 y que calificó de «hito histórico». Botín, que declaró que ni él ni su padre recibieron indemnización alguna al salir del Santander, negó que hubiera desavenencias entre su hermano Emilio y Amusátegui. Dijo que para la buena marcha de la fusión era necesario su apoyo «expreso» y por eso intentaron que tanto él como Corcóstegui colaboraran para que todos los ejecutivos de la entidad absorbida (CH) «remaran en la misma dirección». El papel de ambos fue «esencial» y por ello defendió las ventajosas condiciones económicas que recibieron con su retiro anticipado. Otros ex miembros del consejo de administración del Santander, como Felipe Benjumea (presidente de Abengoa), Alberto Oliart (ministro con los Gobiernos de la UCD) y Alfredo Sáenz (consejero delegado), aseguraron en cambio que el dinero percibido por Amusátegui y Corcóstegui (108,1 millones de euros) no fue una «condición» para la fusión, sino una «consecuencia» de la misma. El bonus Por otra parte, los balances del Banco Santander Central Hispano no empezaron a reflejar los efectos del bonus de jubilación del ex co presidente, José María Amusátegui, y el ex consejero delegado Angel Corcóstegui hasta el 2000, pues en el año de su aprobación, 1999, la normativa no les obligaba. En la sesión de ayer del juicio, el interventor general del SCH, José Manuel Tejón, responsable del asentado financiero del Grupo Santander, indicó que el Banco de España recibió información verbal de los contratos de Corcóstegui en febrero del 2002, y de Amusátegui, en marzo del mismo año, por un montante de 43,8 y 108,1 millones de euros. El organismo supervisor cuenta, según Tejón, con más de una veintena de inspectores que hacen un «seguimiento continuado» del grupo SCH y, con la nueva normativa que entró en vigor en el año 2000, se decidió dotar el bonus de 43,8 millones, partido entre los ejercicios del 2000 y del 2001. El interventor coincidió además con el auditor externo de Deloitte en el grupo SCH, Germán de la Fuente, en que los contratos no debían figurar en las memorias y que «su efecto contable» fue incluido como exigían las normas. Ambos destacaron igualmente que el bonus y el complemento de jubilación de Amusátegui y Corcóstegui no pueden incluirse dentro del tope legal del 5% de los beneficios del banco, cantidad establecida por los estatutos para las remuneraciones de los consejeros.