France Télécom no culminará hasta mediados del próximo mes de noviembre su desembarco en el sector de las telecomunicaciones español, que se reforzará con la adquisición de Amena, la filial de móviles del grupo Auna. Según adelantó ayer el presidente de la multinacional francesa, se mantendrá la «españolidad» de la dirección de su nueva sociedad, que en principio operará bajo el nombre de Orange para promocionar una misma marca en toda Europa. Por otro lado, se mantienen las discrepancias sobre la venta de la división de cable de Auna, que se complica por el precio, que no convence a Unión Fenosa, dispuesta ahora a no vender su parte. El Santander, principal propietario de Auna junto a Endesa (ambos con un 32%), es el más interesado por vender a ONO, del que también es el segundo accionista. Alfredo Sáenz, consejero delegado del banco, mantuvo que sólo existen «problemas de naturaleza menor», por lo que la firma del acuerdo se produciría en breve. Tanto él como su homólogo en Unión Fenosa, Honorato López Isla, dijeron de forma diplomática que «no existen discrepancias» entre los socios, si bien el segundo admitió que no están de acuerdo «con el cobro». Además, recordó un dicho gallego, según el cual «si una cosa no se cobra (como ocurre aquí), es que no se ha vendido».