Altadis elimina 250 empleos en Cataluña y espera nuevas opas

La Voz P.?C. | BARCELONA

ECONOMÍA

La mayoría de los afectados han podido acogerse a prejubilaciones Dos de los perjudicados trabajaban en la fábrica de A Coruña antes de su cierre

31 mar 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

La compañía tabaquera hispanofrancesa Altadis, quinta del mundo en su sector, acaba de dar un paso más en su proceso de recorte de puestos de trabajo en España con el cierre de su planta productiva de Tarragona. Un largo expediente de regulación de empleo que culminó hace apenas unos días, tras un proceso similar al que sufrió antes la planta de A Coruña, y que también desembocó en su clausura en el 2003. El cierre de Altadis en Tarragona supone la eliminación de 250 empleos. La mayoría de los trabajadores, exactamente 220, tienen los 50 años requeridos para acogerse al plan de prejubilaciones. En cuanto a los 30 restantes, correrán suertes dispares: «Hasta ahora hemos conseguido recolocar a diez de ellos en otras empresas de Tarragona. Hay seis personas trasladadas a la planta de Alicante, y a ver qué pasa con los restantes», explica a La Voz Javier Morato, delegado en Altadis Tarragona de UGT, sindicato mayoritario en el comité de empresa. Cuando se cerró la planta gallega de esta empresa, la mayor parte de los trabajadores trasladados se marcharon a las fábricas de Altadis en Cantabria y Palazuelo (Cáceres), las más cercanas. Dos de ellos, sin embargo, fueron recolocados en la planta tarraconense, por lo que ahora se han visto afectados por una nueva clausura del grupo tabaquero. Uno de ellos, por su edad, ha podido prejubilarse y ha regresado a su casa en la Costa da Morte, mientras que el otro se encuentra entre los desplazados a Alicante. La clausura de la fábrica tabaquera catalana se ha consumado cuatro años después del anuncio de cierre y dos después de la apertura del expediente de regulación de empleo. Para Tarragona, supone el adiós a una factoría histórica, que comenzó su actividad hace casi un siglo y que, en sus mejores tiempos, daba empleo a más de 800 personas. El terreno que ocupaba se convertirá en el Museo Arqueológico de Tarragona, tras una permuta en la que Altadis recibe a cambio 47.000 metros cuadrados de suelo edificable. Según diversas informaciones, la compañía ha utilizado los beneficios de esta operación para mejorar las condiciones de despido de los trabajadores. Negociaciones Los últimos días de funcionamiento de la fábrica de Altadis en Tarragona han coincidido con los de mayor intensidad en las negociaciones para la venta de la compañía. Por el momento, el principal aspirante es Imperial Tobacco, que hace unos días presentó una propuesta en firme para hacerse con el 100% del capital de la empresa, poniendo sobre la mesa 45 euros en metálico por acción. La oferta, que valora la compañía en algo más de 11.500 millones de euros, ha sido rechazada de plano por el consejo de administración de Altadis, que considera que este precio «no refleja el valor estratégico» de la empresa, ni tampoco sus activos y sus perspectivas de crecimiento. Según algunas fuentes, los responsables de Altadis consideran que un buen precio por acción sería de 53 euros, lo que obligaría a incrementar en casi un 20% la citada oferta. Imperial Tobacco ha manifestado su convencimiento de lograr un acuerdo negociado, que supondría la fusión de la cuarta y la quinta mayores empresas del sector. Por otro lado, otra de las grandes potencias de esta industria, British American Tobacco, también pretende hacerse con Altadis, según publicó el jueves The Times . Tensión Todos estos movimientos están siendo seguidos con una gran atención por parte de los más de 27.000 empleados con los que cuenta el grupo en todo el mundo. En España, donde Altadis comercializa marcas muy populares de cigarrillos (Fortuna, Nobel, Ducados Rubio¿) y de puros (Cohiba, Montecristo, Partagás¿), el nombre de la compañía está asociado a los recortes de plantilla forzados por los últimos cierres de plantas productivas, por lo que las circunstancias dibujan un futuro incierto para los empleados. Tras la clausura de la fábrica de Altadis en Tarragona, la compañía cuenta con centros de producción de cigarrillos en Alicante y Logroño, de puros en Cantabria, y de tratamiento de la hoja del tabaco en Palazuelo y Cádiz.