El grupo Santander, embarcado en una oferta sobre el holandés ABN Amro conjuntamente con el escocés Royal y el belga Fortis, ganó en el primer trimestre de este año 1.802 millones de euros, un 21% más que en igual período del año anterior. Es una cifra récord, superior a las previsiones de los analistas y obtenida sin la aportación de extraordinarios, pero los inversores no se dejaron impresionar. En una nueva jornada bajista, en la que el Ibex 35 cedió el 1,42%, el mayor grupo financiero español cayó el 2,37%, y su acción cerró a 13,21 euros. Alfredo Sáenz, número dos del banco, llevaba bien aprendido el mensaje pactado por los tres socios que aspiran a hacerse con ABN Amro: «Estamos convencidos de que la propuesta es muy atractiva para los accionistas de ese banco y para los nuestros, y de que acumulamos experiencia suficiente en estas situaciones». ? Estricta confidencialidad Pero el vicepresidente y consejero delegado del SCH se negó de plano a proporcionar más detalles sobre la operación, alegando que el regulador financiero holandés exige una estricta disciplina informativa. Sólo desveló que todavía considera Italia «un mercado minorista interesante, rentable, grande, rico y en el que el Santander puede tener un papel». Eso quiere decir que el foco está puesto en Antonveneta, propiedad de ABN Amro, puesto que Sáenz había descartado previamente ante los analistas el interés en Capitalia, entidad en la que está presente ABN Amro y en la que el grupo cántabro posee una pequeña participación de carácter financiero.