Las reducciones aplicadas por la Xunta para las herencias son de las más bajas de España Alertan sobre el riesgo de una fuga de capitales para huir de una fiscalidad «excesiva»
24 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Los profesionales del derecho fiscal lo tienen claro: o Galicia articula una reforma urgente del impuesto de sucesiones y donaciones o la competencia fiscal abierta entre autonomías acabará por provocar una fuga de capitales de efectos casi incontrolables. La Consellería de Economía de la Xunta prepara un cambio en el tributo que será presentado a principios del 2008, con la intención de aprobarlo a lo largo de ese mismo año en el Parlamento gallego. Pero en ejercicio electoral, la tramitación podría demorarse hasta quedar pendiente para el próximo mandato. El PP ya ha solicitado al Gobierno autónomo que rebaje al máximo esta fiscalidad, como sucede en las regiones controladas por la derecha. Pero el PSOE no es partidario de eliminar el impuesto, que actualmente recauda del orden de 145 millones de euros en Galicia. Según la Xunta, la reforma dejaría exenta del pago al 90% de la población. Los expertos, no obstante, creen que los criterios anunciados podrían no ser suficientes para borrar las diferencias actuales con otros territorios. Estos saltos en el tributo lo largo del mapa están ya en manos del Defensor del Pueblo, a quien le ha sido solicitado que estudie la interposición de un recurso por posible inconstitucionalidad. Portavoces de Hispajuris, el bufete que realizó el informe del impuesto de sucesiones y donaciones que sitúa a Galicia como la tercera comunidad que más tributa por las herencias, califican de «incoherente» que se grave sucesiva y reiteradamente el patrimonio que los padres transmiten a sus hijos, por el cual ya han tributado a lo largo de su vida y por el que continuarán haciéndolo los herederos. En el caso gallego, los estudios emitidos por técnicos del Instituto de Empresa Familiar, o por prestigiosos gabinetes legales profesionales, como Garrigues, consideran urgente seis cambios. La futura reforma legal debería reducir la diferencia de carga impositiva respecto a otras regiones. Pero también aumentar el plazo de liquidación del tributo (en Galicia son seis meses desde el fallecimiento del causante, frente a los diez de otras comunidades). El recorte de la carga impositiva, a juicio de los expertos, debería practicarse mediante la fijación de un mínimo exento de tributar y también aumentando las deducciones a favor de los hijos y descendientes. Además, la transmisión de empresas está ya exenta en la mitad de las autonomías, evitando de esta manera las tentaciones de deslocalización. Sucede lo mismo con el la transmisión de la vivienda habitual a favor del cónyuge o de los descendientes, y con los traspasos a favor de discapacitados. Galicia tan solo aplica reducciones a la base superiores a las previstas en la ley estatal en el caso de los hijos o descendientes menores de 21 años (reducción de un millón de euros y de 100.000 más por cada año que tengan por debajo de los 21, frente a los 15.956,87 euros que prevé la normativa nacional). También están previstas exenciones para los discapacitados con minusvalías superiores al 33%, y se favorece la transmisión de pymes y de explotaciones agrícolas con reducciones del 99% en el tributo. Fuera de estas excepciones, las herencias en Galicia resultan especialmente gravadas frente a otras comunidades autónomas que disfrutan de unas reducciones tan elevadas que la carga tributaria resulta insignificante. Este es el caso de 17 millones de españoles que, en la práctica, ya no están obligados a tributar.