Organizaciones de consumidores consultadas por La Voz sostienen que la reforma legal que afectará a las hipotecas inversas debería garantizar la obligatoriedad de contratación de un seguro a la hora de formalizar los contratos. La mayoría de las entidades financieras que comercializan este producto ya lo hacen. Pero ahora no resulta forzoso.
Las entidades de defensa del usuario quieren, además, que la protección del propietario de la vivienda se aumente en lo posible blindándolo frente a una posible pérdida de la propiedad.
En el caso gallego, solo a lo largo de los últimos treinta años, el número de personas mayores de 65 años se ha duplicado. A juicio de los expertos, una extensión masiva del producto debería ir acompasada por un cambio de mentalidad respecto a las habituales herencias de las propiedades inmobiliarias.