Manuel Jove volvió a ser el gran animador industrial autonómico, con dos adquisiciones que suman 200 millones
07 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Ni la crisis económica de finales de año ni la subida de tipos de interés han sido un freno para los movimientos industriales gallegos. El 2007 se cierra con un nuevo récord de compraventas entre las compañías de la comunidad autónoma. El dato prueba que el tejido empresarial de Galicia sigue vivo y atento a las expectativas del mercado.
Hasta 20 operaciones que suman un importe próximo a los 1.800 millones de euros (1.600 reconocidos y cerca de 200 agrupados en cinco negocios sin cuantificar) sacudieron a casi la totalidad de los sectores claves de la economía gallega. Fueron casi 300.000 millones de las antiguas pesetas.
Descontada la opa de Martinsa sobre Fadesa en el 2006 ?-que supuso un movimiento de casi 2.300 millones de euros-, el resto de las operaciones societarias de aquel ejercicio no superaron los 1.300 millones. Y en esta ocasión, de nuevo el empresario coruñés Manuel Jove, ex presidente de Fadesa, ha sido el gran animador del circo empresarial, con dos operaciones que, sumadas, rondaron los 200 millones de euros: la adquisición de seis hoteles y la toma de posición mayoritaria en el madrileño parque Warner.
Añón y los catalanes
Con todo, el mayor volumen financiero se consumió en la absorción de la siderúrgica gallega Añón por parte de la catalana Celsa, un negocio valorado en más de 425 millones de euros. También se esfumaron de manos gallegas la compañía láctea Clesa, adquirida por la familia Ruiz Mateos en el paquete de Parmalat; y la distribuidora coruñesa de electrodomésticos San Luis, comprada por la británica Kesa. Otro clásico, la auxiliar francesa de automoción Valeo, emplazada en O Porriño, fue absorbida por la italiana Leoni para modificar el negocio y cambiar los repuestos para Citroën por la fabricación de calefacciones.
En otros casos, los empresarios gallegos fueron los compradores. Como ocurrió con Hijos de Rivera, que adquirieron Agua de Cuevas en el 2007; Saprogal, que diversificó negocio con nuevas sociedades; o el gigante alimentario vigués Pescanova, que se hizo este año con la valenciana Fricatamar y la estadounidense Ladex.
También la antigua pizarrera Cupire Padesa, hoy Cupa Group, se quedó con la distribuidora escocesa Caledonian Roofing.
Algunas operaciones se gestaron y cerraron sin salir de Galicia. Fue lo que ocurrió con bodegas Terras Gauda, que compró la conservera vegetal A Rosaleira, o con la adquisición de La Toja por parte de la coruñesa Fuertepasadena.
Las 55 auxiliares del metal vigués integradas en el futuro centro de reparación naval gallego también se hicieron con el astillero Metalships, propiedad del grupo Rodman.