Los despedidos por la crisis inmobiliaria recibirán hasta 1.050 euros, según el plan de Trabajo
ECONOMÍA
Los parados de la construcción y su entorno que aspiren a recolocarse en otros sectores contarán con la ayuda de un orientador profesional y recibirán 350 euros al mes durante un máximo de tres. El funcionario apoyará al desempleado para que sea capaz de reconocer sus conocimientos, aptitudes y habilidades; detectar sus carencias profesionales; aprender técnicas de búsqueda de empleo; y reavivar su espíritu emprendedor. Y el dinero servirá para compensar los gastos originados por el proceso. Tanto la figura de orientador como la ayuda económica figuran en el plan de choque diseñado por el Gobierno para la reinserción de los últimos parados.
El proyecto fue anunciado a principios de febrero por el titular de Trabajo, Jesús Caldera, pero la dificultad surgida en su diseño, la carencia de medios y la falta de entendimiento con responsables de las patronales y de los sindicatos mayoritarios ha retrasado su aprobación y puesta en marcha. También las comunidades autónomas opinarán sobre su contenido.
El plan se plasma en un documento que resalta la necesidad urgente de hacer frente al repunte del paro y de reforzar los mecanismos oficiales para que los desempleados encuentren trabajo. Apuesta por la incorporación a los servicios públicos de 1.500 especialistas y prevé un gasto total de, al menos, 200 millones de euros.
Tres grupos de parados
El Gobierno se ha inclinado por clasificar en tres grupos a los parados objetos del plan. Por un lado, estarán los administrativos y vendedores de las inmobiliarias. Su futuro se reorientará hacia la administración de fincas urbanas, información telefónica, televenta, organización y gestión de almacenes, comercio, tareas de recepción y relación con clientes, seguros y operaciones de grabación de datos y documentación. Por otro, los parados procedentes de la construcción sin cualificación, tendrán que apostar por puestos de reponedores de hipermercados y tiendas, despacho de alimentos perecederos, actividades ganaderas, forestales y de mantenimiento del medio o cuidado de personas dependientes.
El último grupo incluye a los desempleados de la construcción especializados. En este caso, el previsible destino abarca un amplio abanico de profesiones. Entre ellas, figuran el mantenimiento y rehabilitación de edificios, actividades de fabricación mecánica, carpintería metálica, mantenimiento del automóvil, limpieza de fachadas, operadores de maquinaria pesada, reciclaje de residuos, desalinización de aguas, hostelería, industria cárnica o conducción de vehículos pesados.
El plan estará vigente solo en el 2008 y posteriormente se valorará si se prorroga.