Dalphimetal plantea 60 días de regulación para más de 700 trabajadores de sus tres plantas de Vigo y O Porriño
ECONOMÍA
La dirección de Dalphimetal negocia con sus trabajadores, desde primera hora de ayer, un expediente temporal de regulación de empleo (ERE) que afecta a más de 700 trabajadores de las tres plantas del grupo, instaladas en Vigo y O Porriño.
Según el planteamiento formulado por la empresa a los representantes sindicales, la regulación está pensada para un período de 60 días, que se concreta en todo el mes de diciembre más dos días de paro semanal durante los seis primeros meses del 2009. Según fuentes del comité de empresa, las factorías del grupo comenzaron a realizar paros en la producción durante el pasado mes de septiembre, y explican que las jornadas de inactividad continuarán durante noviembre, con cargo a las vacaciones.
Dalphimetal es líder europeo en la fabricación de volantes y uno de los mayores proveedores de airbags y mantiene instalaciones en España, Portugal y Túnez. Las plantas gallegas están dedicadas a la producción de volantes, airbags y armaduras de magnesio. Cuenta, además, con un centro de I+D para el diseño de todo tipo de sistemas de seguridad para el automóvil. Sus principales clientes son Renault, PSA Peugeot-Citroën, Volvo, Fiat, Nissan, Volkswagen, Seat, Ford, Honda, Land Rover, General Motors, Dacia, Lancia y Alfa Romeo.
Transporte y textil
La caída de la producción de Citroën está provocando, además, efectos en otros sectores, además del de automoción, como es el caso del de transporte pesado por carretera. El sindicato CIG confirmó ayer que ya son dos las empresas del sector que negocian sendas regulaciones. Se trata de Tramagasa y TB Brokers. Los expedientes no afectarían a todas las plantillas, sino a una parte aún sin concretar de los trabajadores que centran su actividad en la logística del transporte de coches y componentes.
Otro sector vinculado al automóvil, el de las industrias químicas y textiles, también sufre los efectos de la caída de producción. La firma Treves, de fundas para asientos, ubicada en Pontevedra, ya eliminó desde septiembre 70 empleos temporales, según la CIG.