Bruselas castiga los abusos de Intel con la multa más alta de la historia

Juan Oliver

ECONOMÍA

14 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Intentar arruinar a la competencia expulsándola del mercado mediante prácticas abusivas e ilegales tiene un precio. Y al gigante norteamericano de la informática Intel esa actitud le ha costado la mayor multa de la historia jamás impuesta a una empresa individual en la Unión Europea.

Intel tendrá que pagar 1.060 millones de euros por sobornar y presionar a los productores y distribuidores de ordenadores para lograr que los aparatos que fabricaban o comercializaban en Europa solo llevasen microprocesadores con su etiqueta. Con ese comportamiento, según la Comisión Europea, no solo perjudicó gravemente a otras compañías, sino también a los usuarios, que durante años no pudieron beneficiarse de las rebajas de precios ni de las mejoras tecnológicas a las que presumiblemente habría conducido una competencia leal entre las firmas del sector.

«Intel ha dañado a millones de consumidores actuando deliberadamente para mantener a sus competidores fuera del mercado europeo de los chips para ordenadores. Y una violación tan seria y prolongada de las leyes europeas no puede ser tolerada», dijo ayer la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, convertida desde hace años en la superwoman del libre mercado. La sanción que anunció ayer en Bruselas supera en 161 millones a la que su departamento impuso el año pasado a Microsoft por un caso semejante en el mercado del software informático.

Intel, con sede en Santa Clara (California) y una facturación que ronda los 28.000 millones de euros anuales, acapara el 80% del mercado mundial de los microprocesadores, y prácticamente solo tiene un competidor: su vecina Advanced Micro Devices (AMD), que vende alrededor del 12,5% de los circuitos integrados del mundo.

Presiones

Según la Comisión Europea, entre el 2002 y el 2007 Intel presionó a algunos de los principales fabricantes de ordenadores, como Acer, Dell, Lenovo, NEC y Hewlett-Packard, para que limitaran sus compras a AMD, ofreciéndoles sustanciosas rebajas de precios a cambio de que se comprometieran a sacar entre el 80% y el 100% de sus pecés y portátiles con microprocesadores Intel, como los Celeron, Core y Pentium. Además, les pagó para que retrasaran el desarrollo y puesta a la venta de ordenadores con chips de AMD. Esas condiciones eran tan ventajosas que uno de los fabricantes incluso rechazó una oferta de suministro de esa firma que incluía un millón de procesadores gratis.

Intel, según Bruselas, también pactó en secreto con Media Saturn Holding, propietaria de Media Markt, una de las mayores cadenas europeas de tiendas de electrodomésticos y de productos electrónicos -tiene cuarenta comercios en España, uno de ellos en Vigo-, para arruinar a AMD. Según ese acuerdo, Intel pagaba a Media Saturn para que solo aceptara comercializar en sus almacenes ordenadores fabricados con componentes de su marca.