Conte abandona la presidencia de Iberia forzado por Caja Madrid

ECONOMÍA

Lo sustituye Antonio Vázquez y la entidad coloca a un hombre de máxima confianza como consejero delegado

10 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La crisis y la sempiterna fusión entre Iberia y British Airways han provocado la salida de Fernando Conte de la presidencia de la compañía aérea. Se trata de una «renuncia voluntaria», aceptada ayer por el consejo de administración de la empresa, pero que ha sido impulsada desde la cúpula de Caja Madrid. Así lo indicaron fuentes bien informadas, quienes precisaron que la entidad financiera, primer accionista de la aerolínea con un 22,99% del capital, ha dado el visto bueno al nombramiento del nuevo presidente Antonio Vázquez, quien fue consejero de la compañía de bandera española y estuvo al frente del grupo Altadis. Sin embargo, lo más trascendente es que Caja Madrid ha colocado como consejero delegado a Rafael Sánchez-Lozano, un hombre de su total confianza. De hecho en los últimos doce años ha desempeñado diversos puestos ejecutivos en empresas del holding financiero y ha sido consejero de varias sociedades vinculadas a Caja Madrid.

Con este golpe de efecto, explican las mismas fuentes, la entidad que preside en estos momentos Miguel Blesa repite la estrategia que ya llevó a cabo en Martinsa-Fadesa y en Sos Cuétara. En la primera dejó que se posicionase Carlos Vela, uno de los responsables del proyecto Cibeles de la caja, y en la segunda colocó a Mariano Pérez Claver. «Muy presionada por el Banco de España -explican-, Caja Madrid intenta liderar los proyectos de todas aquellas compañías participadas y que tienen fuertes minusvalías». Este es el caso de Iberia, que no vive un buen momento económico. Solo en el primer trimestre registró pérdidas por valor de 93 millones de euros y mantiene negociaciones para recortar el próximo año unos 2.200 empleos y suprimir las rutas que no le sean rentables.

Caja Madrid tampoco está cómoda con cómo se han desarrollado hasta la fecha las conversaciones de fusión con British Airways. En estos momentos parece que la unión de ambas aerolíneas está totalmente bloqueada. Entre otras causas porque tanto la española como la británica querían tener un papel dominante en la futura aerolínea, pero además porque todavía quedaba por resolver un gran problema: los 3.000 millones de euros que pesan sobre el fondo de pensiones de los trabajadores de la aerolínea británica.

Hay otro factor que en esta operación de fusión siempre se ha valorado. Si British se hace con el control de Iberia se haría también, aunque de manera indirecta, con el mando de la T4, la terminal más importante de España y la mejor situada, al tiempo que dominaría una infraestructura que genera el 10% de la riqueza de la comunidad y crea de manera indirecta y directa unos 200.000 puestos de trabajo.

Desde Iberia se insistía ayer en que la decisión de Fernando Conte obedece a razones personales, y según se explica en un comunicado, este trasladó su decisión, «profundamente meditada, al presidente de la comisión de nombramientos». «Me voy con la sensación del trabajo bien hecho y con la tranquilidad de que mi sustituto es el mejor posible. Antonio Vázquez aportará nuevas ideas y proyectos en un momento en el que el sector aéreo y la economía mundial atraviesan la peor crisis de su historia», dijo Conte.

Un portavoz de Caja Madrid negó con rotundidad que la salida de Conte, que llevaba en la empresa desde el año 2003, se pudiese vincular a ninguna «espantada», y precisó que incluso el consejo de administración le preguntó si estaba seguro de la decisión que acababa de tomar.

Desde que en 1927 Horacio Echevarrieta fundó y presidó la compañía, Iberia ha tenido 18 presidentes.