«El Gobierno no está tratando con respeto a Galicia en las cajas»

ECONOMÍA

El presidente de la patronal confía en «el buen hacedor que tenemos en el Gobierno central» para «acercar las posturas» de las dos Administraciones implicadas

11 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Antonio Fontenla Ramil (A Coruña, 1943) acaba de renunciar a todos sus cargos en la Cámara de Comercio de A Coruña y en las organizaciones camerales gallega y española para «centrarse en el que tiene que ser el primer objetivo de todos los gallegos, que es luchar contra la crisis». Era el gran favorito para el cargo, pero a la vista no tiene los brotes verdes que a nivel económico algunos auguran. «Yo lo que veo es que el año que viene España seguirá teniendo un crecimiento negativo y Galicia estará en cero o muy poco por encima», avisa con gesto serio y preocupado.

-¿Tiene arreglo la crisis?

-Las decisiones clave hay que tomarlas en Madrid. Hay que reducir la rigidez del mercado laboral, rebajar la fiscalidad, reformar el sistema energético, que es muy caro y poco eficiente, modernizar y adelgazar las Administraciones y su gasto corriente, entre otras muchas decisiones. El documento que presentó el Gobierno tenía un prólogo esperanzador, pero dentro había muy poquito.

-¿Ve la salida?

-Veo que es posible que se pueda arreglar entre todos, pero también cierto pesimismo. Es necesario que los grandes partidos se pongan de acuerdo y consensúen soluciones, empezando por la reforma de la educación, porque no podemos permitirnos un fracaso escolar como el que tenemos y unos niveles de paro del 40% entre los más jóvenes.

-¿Y Galicia?

-Tiene unas competencias limitadas, pero se puede potenciar más la innovación y alentar la salida al mercado exterior más allá de las dos grandes empresas (Zara y Citroën) que lideran nuestras exportaciones.

-¿Cómo ve la situación de la fusión de las cajas?

-Galicia ha expresado su voluntad de tener una caja única y de existir en el mapa financiero. Pero no me gusta cómo se está desarrollando la negociación. Creo que la actitud del Gobierno central es perjudicial para todos, porque el tiempo pasa y el FROB también y que no se está tratando a Galicia con el respeto que merecemos. Y, parafraseando una vieja canción, si se acaba el carbón, la máquina se para.

-¿Ve posible la fusión aún?

-Sí. Y sería una pena que no se pudiera hacer realidad.

-Pero inicialmente no desdeñaba la posibilidad de mantener la situación actual.

-Porque los empresarios siempre preferimos que haya dos ventanillas donde pedir en lugar de una. Pero el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, nos dijo que en la situación actual no era posible mantener las dos cajas actuales. Por eso optamos por apoyar la fusión. Es cierto que el SIP podría ser una alternativa, pero sería como dejar un cuerpo sin cabeza y, a lo mejor, podría no ser suficiente para resistir en el nuevo mapa financiero que se avecina.

-¿Se han planteado manifestarse en la calle, como ha sugerido el BNG?

-Si hay que hacerlo, se hará, aunque los empresarios ya hemos dejado clara nuestra posición de apoyo a la fusión y, si es necesario hacer algo más para demostrarlo, lo haremos, pero entendemos que ahora es el turno para que alguien ponga en consonancia los intereses de la Xunta y de Madrid.

-¿Quién?

-Tenemos un fantástico hacedor en el Gobierno central [en referencia a José Blanco].

-¿Y los localismos?

-Ya decía Manuel Fraga que mientras se mantuviera la dialéctica norte-sur, Galicia seguiría anclada en el siglo XIX y que no entraría en el XXI hasta que se supere esa división absurda. Por tamaño, somos una ciudad media europea, por lo que, más que localismos, estamos en una pelea de barrios.

-Otro frente que se abre es el del nuevo concurso eólico.

-Es importante que se abra cuanto antes, porque, como en muchas otras cosas, ya llegamos tarde. El anterior concurso se hizo tarde y mal y ahora hay que acertar como sea.