Su banco central inundará el mercado de dólares para reflotar el consumo, apuntalar la inflación y estimular las exportaciones
17 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.¿Qué pasa cuando cero es demasiado? Parece una pregunta trampa pero no lo es. Es la interrogante sobre el precio del dinero que la Reserva Federal estadounidense va a resolver con medidas adicionales y no convencionales de estímulo económico. Las convencionales ya las tomó hace dos años, cuando puso los tipos de interés a cero. Pero la situación económica, como explicó el viernes el presidente de la Fed, Ben Bernanke, requiere de nuevas acciones. Ese precio cero se ha demostrado demasiado alto para conseguir reflotar la economía y espantar el fantasma de la recaída. Así que ha llegado el momento de las medidas no convencionales.
Estas nuevas acciones se denominan «relajación cuantitativa». Y de lo que se trata es de poner las imprentas del Estado a trabajar, fabricar dinero y adquirir con él bonos del Tesoro. Es decir, se trata de que el banco central inyecte dinero en los mercados. La idea es que con la compra masiva de deuda pública se consiga bajar los tipos reales de interés que, esos sí, están por encima de cero. Y, de forma indirecta, ese dinero hará repuntar la inflación.
A por una inflación al 2%
Porque el problema de Estados Unidos en este momento es precisamente ese, que los precios no recuperan el pulso. Según los datos que dio el Gobierno el viernes, la tasa de inflación se situó en el 1,1% en septiembre, pero la inflación subyacente, en la que se eliminan precios volátiles como los del petróleo o los alimentos, cae hasta el 0,8%. Y la Reserva Federal considera que esa cifra es demasiado baja para estimular la economía y, además, que supone un riesgo de deflación que el país no quiere asumir. Se necesita una inflación de entre el 1% y el 2% para que se reactiven la inversión y el gasto. Además de recuperar los precios, la inyección de dinero que planea la Fed tiene otras consecuencias. La primera sería el abaratamiento del dólar. Una baza que necesita EE.?UU. que, con el gasto de los consumidores en niveles mínimos, busca mercados donde colocar sus mercancías. El debilitamiento del dólar frente a otras divisas sería un gran espaldarazo para esa estrategia exportadora.
Después del discurso de Bernanke, los analistas parecen convencidos de que las medidas se anunciarán en la próxima reunión del banco central, los días 2 y 3 de noviembre, es decir, coincidiendo con las elecciones legislativas de mitad de período.
Medida recurrente
Los expertos también subrayan que no es la primer vez que la Reserva Federal pone a la economía en una situación de «relajación cuantitativa». En lo peor de la crisis, durante el año 2009 y los primeros meses del 2010, la Fed realizó una compra de deuda pública por valor de 1,7 billones de dólares. Algunos expertos dicen que entonces no funcionó, y la prueba es que la economía estadounidense no consigue despegar. Pero hay otros que consideran que lo que ocurrió es que se canceló demasiado pronto y que en vez de acabar con la compra de bonos en el primer trimestre de este año, la Fed debería haber seguido comprando. Parece que entre los funcionarios del banco central ha triunfado esta opinión y por esa razón han decidido continuar con la inyección de dólares.
Pero la discusión sobre las nuevas medidas de estímulo está encendida. Y es que aunque sobre el papel parece que su activación resolvería el problema de estancamiento actual, los expertos son muy cautelosos porque se trata de medidas que se han aplicado muy poco y por lo tanto es muy difícil predecir sus consecuencias. el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en su intervención del viernes dejó claras estas incógnitas: «Una de las desventajas de la compra de deuda pública frente a las medidas monetarias convencionales es que tenemos muy poca experiencia con ellas para evaluar su impacto en la economía real». Una experiencia que parece decidido a adquirir con la práctica.