El economista holandés defiende la visión de las autoridades europeas en el sentido de que son las que deben encontrar un equilibrio en los intereses cruzados del sector
11 ene 2011 . Actualizado a las 11:19 h.El mandato Harm Koster como director ejecutivo de la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca, otorgado por cinco años, expirará en junio.
-La agencia ha recibido un aporte económico suplementario de unos 4 millones de euros, sobre los más de 8 consignados; ¿a qué se debe?
-Hasta ahora teníamos un barco patrullero de pesca que fletábamos en nombre de los Estados miembros. Los procedimientos administrativos eran bastante pesados: teníamos que tener un contrato con el dueño y después respectivos contratos con los socios comunitarios. En la práctica, era complicado. Con el nuevo reglamento, ha sido posible que la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca (ACCP) flete sus propios medios, incluyendo los patrulleros, del presupuesto comunitario. Estos medios son necesarios para los planes de despliegue conjunto adoptados por la agencia. Ha sido el Parlamento Europeo (PE) el que ha otorgado gran importancia al correcto cumplimiento de las obligaciones de la Unión Europea indicando que no está a favor de que estas actividades tengan una financiación fuera del presupuesto comunitario. Por tanto, como iniciativa de la Eurocámara, cuatro millones de euros se han incluido en el presupuesto comunitario para que la ACCP pueda adquirir medios.
-La UE, en conjunto, parece poner énfasis en su gestión en el control de la pesca ilegal. ¿Es para frenar la que ya se producía o para reprimir un repunte de estas actividades?
-La falta de una correcta aplicación de la política pesquera común (PCP) viene siendo un problema desde hace mucho tiempo. Entre las razones para ello es que los Estados miembros, que son responsables de la implementación de la política, seguían sus propias prioridades y tradiciones y, por lo tanto, la incorporación no era realmente efectiva. Algunos pescadores se aprovechaban de los agujeros en el sistema para faenar de forma ilegal. Este no es un problema reciente. Por desgracia, ha caracterizado la política pesquera durante un largo período. Ahora que estamos discutiendo la reforma de la política pesquera común es especialmente importante asegurar que las reglas existentes son implementadas de forma efectiva. La ACCP ha sido creada para ayudar a los Estados miembros a aplicar las normas de la política pesquera común de forma coherente y uniforme, traspasando las fronteras.
-¿En qué medida se ha ido aplicando el reglamento de control en los meses que lleva en vigor?
-El reglamento de control nace para sustituir la proliferación de reglamentos adoptados a lo largo de los años. La agencia está muy satisfecha con esta normativa, que es un conjunto de reglas cubriendo toda el área. Es mucho más sencillo aplicarlas que en la situación anterior, con provisiones dispersas en diferentes reglamentos. La citada normativa contiene también algunas innovaciones, que serán implementadas de acuerdo con el período transitorio.
-Hace unas semanas, la patronal del sector pesquero español clamaba contra la política de la comisaria de Pesca, en el sentido de que no está bien enfocada. ¿Cree que existe una mayor tendencia al medioambientalismo en esta comisaria en relación al anterior?
-La pesca tiene un impacto directo en el medio ambiente. La Comisión y el Parlamento Europeo siempre le han otorgado mucha atención a la necesidad de asegurar un medio ambiente sostenible. La explotación de recursos marinos vivos debe tener lugar en condiciones medioambientales sostenibles y ser coherente con otras áreas políticas. A veces, la industria prefiere conferir mayor prioridad a las condiciones socioeconómicas. Al final, son las autoridades políticas las que deben encontrar un equilibrio entre los objetivos políticos, teniendo en cuenta no solo los intereses del sector pesquero sino también los de los ciudadanos en general.
-De hecho, existe la intención de parte de los países del sur de bloquear los intentos de la Comisión de seguir por este camino. ¿Cree que hacen bien, teniendo en cuenta el peso de sus sectores pesqueros, como es el caso de España, Grecia o Portugal en sus respectivos PIB?
-Algunos Estados miembros han estado bajo mayor presión de su industria pesquera que otros para ser más generosos sobre las posibilidades de pesca. En el largo plazo, si el objetivo de la explotación sostenible no se alcanza, no es beneficioso para la industria pesquera. En concreto, en el debate sobre el atún rojo, que es una pesquería muy lucrativa, la industria se inclina a dar mayor prioridad al corto plazo para stocks agotados, y esta no es una estrategia que favorezca a la industria en el largo alcance. -¿La tolerancia cero de la UE con la pesca ilegal es compartida por el resto de organizaciones supranacionales y países de otras latitudes y hemisferios, o está sola en esta batalla?
-La UE es uno de los líderes mundiales en asegurar una explotación sostenible de los recursos marinos vivos. Es un enfoque sensato que beneficia tanto a los peces como a los pescadores.