La UE impone a Portugal un ajuste mucho más duro que el de Sócrates

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Cifra el rescate en 80.000 millones y exige privatizaciones y una drástica reforma laboral

09 abr 2011 . Actualizado a las 18:58 h.

Portugal tendrá que realizar un duro ajuste fiscal, poner en marcha un ambicioso plan de privatizaciones, emprender una profunda reforma del mercado laboral y aplicar medidas para garantizar la liquidez y solvencia de sus bancos, si quiere que el dinero que le ofrecen sus socios llegue a sus manos. Serán unos 80.000 millones de euros, según adelantó ayer el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, los que el país recibirá durante tres años, vía línea de crédito, para salir del atolladero. A España le tocará arrimar el hombro con unos 5.000 millones, según avanzó ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado, quien puntualizó que el dato no es definitivo porque, explicó, la cifra final dependerá del montante del rescate y del equilibrio de aportaciones que se establezca entre los distintos actores de la UE y el FMI, informa Efe.

Esta cantidad se sumará a los 2.300 millones que España comprometió para Irlanda y a los casi 10.000 de Grecia. En cualquier caso, tanto en el rescate irlandés, como en el luso, se trata de garantías, que solo se desembolsarían en una situación extrema.

Portugal deberá negociar con Bruselas los detalles concretos de su salvavidas y de los sacrificios que llevará aparejados durante las próximas semanas. Y lo que es seguro es que exigirá a Lisboa medidas de ajuste más estrictas que las que tumbó el Parlamento luso a finales de marzo, precipitando con ello la crisis política que ha precedido a la rendición del país. Y los mismos que dijeron no al plan de Sócrates tendrán que pasar ahora por el aro de otro más severo. Lo dijo ayer alto y claro el ministro de Finanzas finlandés, Jyrki Katainen, aliado de Alemania en la lucha contra los desmanes de los manirrotos de la eurozona: «El paquete debe ser más duro y global que el que fue rechazado por el Parlamento. De otro modo, no tiene sentido garantizar los préstamos de nadie». Y así se desprende también de las declaraciones de Rehn, quien afirmó que los recortes propuestos por Sócrates - equivalentes al 0,8% del PIB portugués- son solo «el punto de partida», según Rehn.

La Comisión Europea tiene la intención de pactar las medidas no solo con el Gobierno en funciones, sino también con el resto de los partidos políticos. Quiere garantizarse que, venza quien venza en las elecciones del próximo 5 de junio, el plan se aplicará, sí o sí.

Los ministros de Finanzas europeos, reunidos ayer en Gödöllö (Hungría) encargaron a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo que inicien «inmediatamente» los trabajos preparatorios del rescate junto con el Fondo Monetario Internacional, para poder dar el visto bueno al programa a mediados de mayo, con lo que Portugal tendrá en sus manos el dinero a finales del próximo mes. Esto obligará al país ibérico a afrontar en solitario los pagos previstos hasta entonces. Se da por seguro que Lisboa no tendrá problemas para abonar a los mercados los 4.300 millones en bonos que vencen este mes, pero las dificultades podrían agudizarse en junio, cuando afronta la obligación de pagar otros 5.000 millones.