Bruselas avisa: no existe un plan b para salvar a Grecia de la quiebra

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Barroso propone adelantar fondos estructurales para paliar el descontento de los griegos

22 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Por si quedaba alguna duda, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, se encargó ayer de despejarla: la austeridad es el único camino que tienen los griegos para evitar la tragedia. Si quieren la ayuda de sus socios tienen que pasar por el aro de un draconiano plan de ajuste que exige el despido de miles de funcionarios, drásticos recortes en salarios y pensiones y un durísimo plan de privatizaciones que prácticamente lo único que no incluye es el Partenón. Y, ¿si no lo hacen? «No hay alternativa», sostuvo ayer Barroso. «No hay un plan b» para Grecia, apostilló.

En cualquier caso y, consciente de las ampollas que levantan en la ciudadanía las exigencias de más austeridad, Barroso decidió tenderles una mano. Se comprometió a pedir a los líderes europeos (en la cumbre que se celebra mañana y pasado en Bruselas) que allanen el camino para acelerar el acceso del país heleno a los fondos estructurales que le corresponden de aquí al 2013 (unos mil millones). En las Perspectivas Financieras (presupuestos plurianuales) para 2007-2013, estaban previstos 20.400 millones de euros en ayudas comunitarias para Grecia, informa DPA.

Además del dinero, Bruselas quiere asesorar al país heleno sobre la mejor manera de gastarlo para elevar su competitividad y atacar el problema del paro. En palabras de Barroso, se trata de «mostrar a los griegos que hay esperanza, soluciones al final de este camino».

Y es que la crispación social preocupa cada vez más en las altas instancias. Ayer mismo, miles de trabajadores recorrieron las calles de Luxemburgo, convocados por los sindicatos europeos, para protestar contra el llamado Pacto del Euro, que los indignados ha convertido en su particular bestia negra.

Barroso se dirigió también a la clase política helena. «Grecia vive un momento extremadamente crítico, un momento excepcional. Y en un momento excepcional se necesita un coraje excepcional por parte de todos», remarcó, para asegurar a renglón seguido que «la responsabilidad en democracia no corresponde solo al Gobierno. La oposición tiene también una parte de responsabilidad».

Sus palabras cobraban especial relevancia en la antesala de la moción de confianza a la que se sometió ayer el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, cuyo resultado no se conocía al cierre de esta edición.

Rechazo británico

El guiño de Barroso tuvo un duro contrapunto en un jarro de agua fría procedente del canal de la Mancha. Lo arrojó el primer ministro James Cameron: no habrá ni un penique más de los contribuyentes británicos para Grecia. Una decisión que le granjeó duras críticas.

120.000 millones

El posible reparto

La UE aportaría 60.000 (40.000 del anterior rescate). El resto llegaría de los acreedores privados y las privatizaciones.