Con la CAM son ya tres las cajas que han sido intervenidas en apenas dos años y medio. En septiembre, el Estado, con el FROB, inyectará fondos en otras firmas. No será una intervención, sino de inyección de capital no traumática.
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Colocada a Cajastur. Con unas cifras maquilladas, y en una situación extrema, el Banco de España decidió tomar las riendas de CCM a finales de marzo del 2009, en una operación que el resto del sector vio como un aviso. Antes habían fracasado las negociaciones para colocarla a alguna otra caja, principalmente a la solvente Unicaja, de Málaga. Tras la intervención, el supervisor tardó ocho meses en dar la gestión y activos a Cajastur. El formato fue algo extraño: se creó un banco al que se traspasaban una serie de activos y la caja quedaba convertida en una fundación. Contó con una fuerte inyección económica del Gobierno para su saneamiento.
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En manos de la vizcaína BBK. La entidad cordobesa, tutelada por el Cabildo de Córdoba, fue intervenida en mayo del 2010 después de que el consejo de administración decidiera no aprobar la fusión, precisamente, con Unicaja. El Banco de España la vendió, en un proceso muy rápido (dos meses), a la vizcaína BBK, que ganó tamaño pero que, a su vez, heredó un agujero: 500 millones de euros en pérdidas anuales. Y ha visto como se incrementaba su ratio de morosidad y empeoraba su solvencia. De hecho, otras entidades que optaban a quedarse con la caja se retiraron de la puja al ver las cifras reales. Los gestores de la entidad andaluza han sido multados recientemente.