Los tres jefes de Gobierno se reunirán el miércoles en Estrasburgo
19 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Parlamento italiano dio ayer su apoyo al nuevo jefe de Gobierno de Italia, Mario Monti, para que implante las ambiciosas reformas que necesita el país. En los próximos meses, su Gobierno de tecnócratas quiere cambiar Italia desde sus cimientos, sacarla de la crisis de deuda y, como el propio Monti señaló ayer, contribuir decisivamente a la estabilización de Europa y del euro.
En los próximos meses, Monti viajará mucho por Europa, según señalaron fuentes de Bruselas. El martes visitará la capital belga para entrevistarse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y con el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. El miércoles se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en Estrasburgo, en una cita a tres bandas prácticamente inédita en los últimos años de Silvio Berlusconi.
Monti quiere ponerse del lado de las instituciones y de los socios más fuertes de la Unión Europea. «Se me ha pedido que contribuya con ideas», explicó el excomisario, quien mantuvo ayer una teleconferencia con los mandatarios de Alemania y Francia.
El Parlamento le otorgó su confianza con una amplia mayoría de 556 diputados frente 61 (el Senado lo había respaldado ya el jueves por la noche por 281 a 25). En ambas Cámaras, la Liga Norte del exsocio de Silvio Berlusconi, Umberto Bossi, le negó su confianza y reclamó la celebración de elecciones anticipadas.
Torpedos
La prensa de Silvio Berlusconi también lleva días torpedeando los primeros pasos del Gobierno de Monti, aunque los medios independientes, tanto a la derecha como a la izquierda del espectro político, le han manifestado su respaldo, al menos de momento.
«Nunca antes un jefe de Gobierno había detallado con tanta exactitud las prioridades del país», decía ayer La Stampa en referencia al nuevo estilo con que presentó su programa de gobierno. El primer ministro, tranquilo y pausado, se mostró con una clara voluntad de imponer reformas en una situación de emergencia, que abarquen desde las pensiones al mercado laboral.
«No aplaudan, escúchenme», gritó a los senadores el jueves, cuando les presentó un programa basado en la «estabilidad, el crecimiento y la equidad». Italia debe ayudar a Europa, no puede seguir siendo un miembro débil de la UE, señaló.
Monti ya empezó a dar muestras de su nuevo estilo y ahora debe seguir una nueva política. De forma sorpresiva, acudió al aeropuerto, antes de someterse al voto de confianza en el Parlamento, para despedir al papa Benedicto XVI, que viajaba a Benín.
Gabinete en la sombra
Mientras, Berlusconi intenta matizar el apoyo de su partido asegurando que no lo mantendrá de forma incondicional. Y anunció que a principios del año que viene designará una especie de «gabinete en la sombra» para fiscalizar la tarea del nuevo Ejecutivo.
¿Significa eso que en Italia ya ha arrancado una nueva campaña electoral? ¿Podrá Mario Monti hacer su trabajo? ¿Cuánto tiempo podrá mantener el apoyo de los grandes partidos? Monti es consciente de todas esas dificultades, y ayer pidió al Parlamento que le diera no un apoyo ciego, sino una «confianza despierta».
«No aplaudan. Escúchenme»
Mario Monti