El primer ministro chino reconoce que futuro económico de China será «duro y difícil»

EFE

ECONOMÍA

Wen Jiabao Wen admitió que las exportaciones de China se están frenando cada vez más, especialmente en los últimos tres meses.

21 dic 2011 . Actualizado a las 09:32 h.

El primer ministro de China, Wen Jiabao, destacó que la segunda economía mundial se enfrenta a un futuro «duro y difícil» debido al sombrío panorama financiero mundial, por lo que pidió al país un esfuerzo para superar este reto, informó hoy la agencia oficial Xinhua.

«Como ocurrió en 2008, nos enfrentamos a dificultades que pueden ser superadas mediante el duro trabajo», señaló Wen en un viaje de trabajo por la provincia de Jiangsu, en el este del país y una de las zonas que más se ha resentido de los problemas económicos este año, por la falta de crédito a muchas de sus firmas privadas.

Wen admitió que las exportaciones de China se están frenando cada vez más, especialmente en los últimos tres meses, y que al mismo tiempo la industria nacional ha reducido su margen de beneficios, hasta el punto de que son muchas las firmas del sector secundario con pérdidas.

Las crisis de deuda soberana en los principales socios comerciales de China (la Unión Europea y Estados Unidos), el aumento de los costes de producción y la alta inflación que ha regido este año en el país «han dificultado la regulación macroeconómica», subrayó el primer ministro.

Wen no obstante señaló que el desarrollo económico nacional es «en general bueno» y destacó que para afrontar los retos Pekín continuará sus medidas para estimular el consumo interno y estabilizar la demanda externa, manteniendo estables las ayudas a la exportación.

Además «se deberán hacer esfuerzos para aumentar la competitividad de las firmas nacionales, promover la transferencia de la industria a las regiones occidentales del país (menos desarrolladas) y desarrollar el acceso a mercados especialmente en países emergentes», subrayó el jefe del Ejecutivo.

Añadió que China seguirá buscando a firmas extranjeras que inviertan en el país; aumentará la lucha para proteger la propiedad intelectual y estimulará la inyección de capital privado en sectores como el ferroviario, los servicios públicos, las finanzas, la educación o la sanidad.

El PIB de China ha mostrado signos de ralentización a lo largo del año, puesto que creció un 9,7% interanual en el primer trimestre, un 9,5 en el segundo y un 9,1 en el tercero, algo esperado por Pekín, que este año ha retirado políticas de estímulo lanzadas en 2009 para hacer frente a la crisis financiera mundial.