
Cifra el ajuste total en 40.000 millones, de los que 15.000 provienen de las medidas anunciadas
10 ene 2012 . Actualizado a las 13:06 h.Ya lo advirtió la vicepresidenta el día que anunció los recortes. «Es el inicio del inicio», dijo. Y, tanto. Porque, a tenor de los cálculos que se manejan en los despachos de la temida Moody?s, el verdadero ajuste está por llegar. Dicen los expertos de la agencia de calificación que España ha de apretarse el cinturón en 40.000 millones, dos veces y media el ajuste previsto por Rajoy, que en su discurso de investidura lo cifró en 16.500 millones. Claro que entonces todavía no conocía la desviación del déficit.
Con las medidas anunciadas hasta ahora, asegura la firma estadounidense, solo se conseguirán algo más de 15.000 millones (los 8.900 que se ahorra el Estado con la congelación de los sueldos de los funcionarios, más los 6.300 del aumento de ingresos que se apuntará principalmente con la subida del IRPF). Porque, para los expertos de Moody?s, los más de 8.000 millones que Rajoy espera recaudar con su cruzada contra el fraude fiscal, de momento, no computan. Vienen a decir que hasta que no lo vean no lo creerán. Esos ingresos, zanjan, «son notablemente difíciles de estimar y calcular».
Así las cosas, nos quedan por delante sacrificios valorados en otros 25.000 millones.
Después de reclamar «un esfuerzo sin precedentes», como ellos mismos lo califican, sin que les tiemble el pulso, los analistas de Moody?s advierten: «Cumplir con tal ajuste fiscal masivo en un contexto de ralentización del crecimiento económico supone el riesgo de agravar la negativa perspectiva económica». De hecho, ahora prevén «una contracción del PIB de entre el 0,5 % y el 1 % en el 2012, comparado con un crecimiento positivo del 0,7 % en el 2011».
Eso sí, Moody?s elogia la rapidez que ha demostrado el Gobierno en la toma de medidas, lo que, a su juicio, refleja el compromiso de Rajoy con la consolidación fiscal, pero sin dejar de incidir en que serán necesarios más ajustes para que las finanzas públicas de España vuelvan «a una senda sostenible». Y para ello es vital que consiga meter en cintura las cuentas autonómicas, insiste la agencia de calificación.