Endesa podría ser la nueva víctima de los planes de Kirchner

agustín bottinelli BUENOS AIRES / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

La presidenta quiere reforzar su imagen de cara a las legislativas del 2013

03 may 2012 . Actualizado a las 09:42 h.

La expropiación de las acciones de Repsol en la petrolera argentina YPF hizo saltar todas las alarmas en muchas de las empresas españolas que tienen inversiones en filiales de ese país. Y en especial en el sector energético.

Estos días, los mercados financieros permanecen expectantes ante los rumores cada vez más expandidos acerca de la posibilidad de que continúen las expropiaciones, que algunos analistas atribuyen a una campaña destinada a elevar la popularidad de la presidenta, Cristina Fernández, de cara a las elecciones legislativas del año que viene. Un triunfo que le diera los dos tercios de los votos en el Congreso permitiría a la presidenta modificar la Constitución en su favor para poder acceder a un nuevo mandato (el tercero) a partir del 2015.

Intervención del Estado

El pasado jueves, en un acto de apoyo a su gestión, la viuda del presidente Néstor Kirchner enfatizó una frase que volvió a poner en alerta a las empresas extranjeras en Argentina. «Hay que buscar e insistir en nuevas formas de participación y de intervención del Estado», advirtió. Quedaba confirmado que las nacionalizaciones no se terminarían con Repsol, y que muy pronto otras compañías verían afectados sus negocios.

En el ámbito financiero todos apuntan a que la próxima víctima de esta estrategia política sería el paquete accionarial del 45,8 % que posee la eléctrica española Endesa en la distribuidora de electricidad Edesur, o bien, directamente, la rescisión del contrato de la compañía en el país, lo que afectaría a todos los accionistas. Esta fue la primera inversión de la empresa española en Latinoamérica, realizada en 1992 durante la ola de privatizaciones llevadas a cabo por el expresidente Carlos Menem.

Problemas

La amenaza se apoya en varios argumentos. Endesa ya ha tenido problemas en Argentina, cuyo Gobierno decidió a principios de este año imponer a Edesur una multa de 9,5 millones de euros por los cortes de suministro eléctrico. En enero, el ministro de Planificación y actual interventor en Repsol, Julio de Vido, amenazó con rescindirle el contrato.

Después de más de una década con las tarifas congeladas y con una negociación salarial en marcha, Edesur envió en las últimas semanas un ultimátum al Gobierno de Cristina Fernández: si no aumentan sus ingresos en los próximos meses, ya sea por una autorización para subir tarifas o mediante algún tipo de recomposición del modelo, entrará en quiebra. Las pérdidas de la compañía sumaron unos 85 millones de euros en el 2011, un 800 % más que en el año anterior.

análisis tras la expropiación de ypf