Bruselas se aviene a flexibilizar el déficit por la situación económica
ECONOMÍA
Concede que la recesión puede obligar a reducir el endeudamiento más lentamente
08 may 2012 . Actualizado a las 07:15 h.Paso a paso, el rumbo de la política europea va cambiando y se deja sentir en unas instituciones que hasta ayer, día después de las elecciones francesas, contenían la respiración. El nuevo clima se hizo patente en la Comisión Europea, donde ya se habla abiertamente de hacer un nuevo «análisis económico» que «tendrá en cuenta el entorno macroeconómico» de España a la hora de exigir más o menos en cuanto al déficit, en palabras de Amadeu Altafaj, portavoz de Economía. En otras palabras, el anuncio relega a un segundo plano las sanciones automáticas y la austeridad sin matices que en los últimos años han guiado la estrategia comunitaria.
De reforzar con sanciones más duras el Pacto de Estabilidad, que fija límites para deuda y déficits públicos, los técnicos comunitarios han pasado a estudiar su flexibilización. La justificación, en palabras del comisario de Economía, Olli Rehn, es la misma en los dos casos. «El pacto no es estúpido», repitió ayer su portavoz, refiriéndose a los discursos más recientes de Rehn.
El 30 de enero, Mariano Rajoy anunció unilateralmente que incumpliría el Pacto de Estabilidad, que además de límites al déficit incluye mecanismos que fijan calendarios para reducirlo. Sin consultarlo «con nadie», como él mismo reconoció, limitó la rebaja al 5,8 % del PIB, casi tres puntos menos (30.000 millones) del nivel alcanzado en el 2011. La Unión Europea le exigió entonces un recorte extra hasta el 5,3 %, con todo nueve décimas menos de lo comprometido inicialmente (4,4 %).
Recesión
Ahora, ni la cifra anunciada hace semanas parece suficiente porque la austeridad ha hecho que se paren los motores de la economía española y europea, sumidas en sendas recesiones. Por ese motivo, y como respuesta al viraje en la política europea que propone en Francia François Hollande, Rehn ha cambiado el paso y ya no se muestra tan inflexible en cuanto a una aplicación de las normas europeas, cuyo beneplácito final depende siempre de los propios Gobiernos.
«En los dos últimos años Europa ha hecho grandes progresos para estrechar los lazos de la Unión y contener la crisis financiera. Pero el continente necesita también esfuerzos colectivos para impulsar el crecimiento», dijo Rehn el sábado. Casi preconizando la victoria de Hollande, el comisario reclamó un «pacto europeo de inversiones».
Alivio
Ambos asuntos están, en realidad, íntimamente relacionados. Cuanto más se prima la austeridad, menos inversión pública se permite y se ralentiza, cuando no retrocede, en términos de crecimiento. En ese sentido, el «análisis económico» que prepara Bruselas podría dar un alivio a las ya muy atrofiadas cuentas públicas españolas para permitir una reducción del déficit más dilatada y no lastrar la recuperación.
Este mismo viernes, la Comisión presentará sus nuevas previsiones económicas, que contienen datos actualizados de déficit, deuda, desempleo o crecimiento. A finales de mes, sentará sus recomendaciones en el marco del Pacto de Estabilidad. Oscilan entre las sanciones casi automáticas, obra de las propuestas de Merkel y Sarkozy, y la relajación del ritmo de consolidación. Ahora solo falta determinar, en palabras de Rehn, qué es lo menos «estúpido» para conseguir dejar atrás y definitivamente la crisis financiera.