Cameron pone en duda la supervivencia del euro y reclama la intervención del BCE

Manuel allende LONDRES / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

18 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«O se soluciona la crisis del euro o se hace frente a su ruptura. El euro está en una encrucijada». Esta fue la clara advertencia que lanzó ayer el primer ministro británico, David Cameron, a los líderes de los 17 países que conforman la eurozona.

«O bien Europa cuenta con una exitosa eurozona, estable y con un efectivo cortafuegos, con bancos bien capitalizados y regulados, un sistema fiscal compartido y una política monetaria apoyada en toda la eurozona, o nos adentraremos en un territorio desconocido con enormes y graves riesgos para todos», indicó Cameron durante una charla ofrecida a un grupo de empresarios en Mánchester. A su juicio, son tres las cosas que se deben hacer para acabar con esta crisis, una mayor intervención del BCE -sugirió incluso la emisión de eurobonos-, una política monetaria más activa con incentivos como facilitar créditos, y mejorar la competitividad ante países como China y la India.

El líder conservador reiteró que el problema de la eurozona reside en los Estados periféricos como Portugal, España e Italia. «Estos países de alto déficit y baja competitividad», dijo Cameron, necesitan recortar gastos, incrementar los ingresos y aplicar reformas estructurales. «La idea de que los Estados con elevados déficits puedan endeudarse y gastar en su camino hacia la recuperación supone un peligroso error», apuntó, para advertir luego que «es evidente que cuentan con menos posibilidades de sostener económica y políticamente el necesario ajuste sin un mayor respaldo de sus socios y del BCE, que deben apoyar la demanda y compartir parte del ajuste».

«El Reino Unido está preparado ante la posible salida de Grecia del euro e incluso para la ruptura de la eurozona», dijo.