El Eurogrupo lima diferencias con el FMI y ultima la entrega de 44.000 millones a Grecia

La Voz IÑAKI CASTRO | COLPISA

ECONOMÍA

Los socios desbloquean las ayudas del segundo rescate tras medio año de negociaciones, pero dejan flecos pendientes

21 nov 2012 . Actualizado a las 00:57 h.

Por fin un soplo de esperanza para Grecia. Tras meses de retrasos y negociaciones imposibles, el Eurogrupo se encamina hacia un acuerdo para desbloquear las ayudas enmarcadas en el segundo rescate del país. Los socios ultimaban los detalles para desembolsar 44.000 millones en su solo pago que se realizaría a primeros de diciembre. Como con Atenas ningún pacto resulta definitivo, el bloque dejó para más adelante la resolución de su pulso con el FMI, que aporta un tercio del dinero. Ambas partes optaron por darse más tiempo para garantizar la sostenibilidad de la deuda helena a largo plazo, una cuestión que inquieta mucho al Fondo.

El Eurogrupo congeló las ayudas a Grecia la pasada primavera ante la paralización de los ajustes por la interminable campaña electoral. Una vez que los griegos se decantaron por Antonis Samaras como primer ministro tras acudir en dos ocasiones a las urnas, los socios abrieron unas larguísimas negociaciones para reactivar la entrega de los fondos.

El requisito principal era que el Gobierno heleno metiera con decisión la tijera y se remangara con las reformas. El club de la moneda única confirmó que estas condiciones se cumplen y acariciaba un acuerdo para entregar los 44.000 millones. Este espectacular montante, que se dedicará en su mayoría a recapitalizar la banca, supone la suma de los distintos cheques que no se han abonado este año.

Atenas, sin embargo, deberá esperar hasta la primera semana de diciembre para recibir el dinero y espantar definitivamente el fantasma de la bancarrota. La demora se debe a que varios parlamentos nacionales, entre ellos el Bundestag, deben ratificar el acuerdo. El pacto también incluye una extensión de los plazos para que el país mediterráneo reduzca el déficit.

Ahora, el Gobierno de Samaras tendrá dos años extra -hasta 2016- para equilibrar cuentas, lo que le permitirá reducir ligeramente el ritmo de los recortes. «Grecia ha demostrado que es seria tanto con los ajustes como con las reformas», enfatizó el comisario de Economía, Olli Rehn.

Pese a la dilatación de las negociaciones, el principal problema del Eurogrupo no era el desbloqueo de las ayudas. Ante todo, los socios se enfrentaban a la oposición del FMI a seguir financiando a un país sin que el futuro de su deuda esté garantizado. Conocido por la dureza de su receta en otras crisis anteriores como la de América Latina o el sudeste asiático, el Fondo ha defendido la necesidad de una quita sobre los préstamos concedidos a Atenas por los 17 integrantes del euro. Al igual que se hizo con el sector privado a primeros de año, el organismo monetario ha insistido en la importancia de que los gobiernos condonen parte de su deuda. El Eurogrupo, con Alemania al frente, ha respondido siempre que los países no podían llegar a tanto como a asumir pérdidas en sus créditos.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, remarcó a su llegada a Bruselas que los socios se mantenían firmes frente al FMI. «Hay un menú de alternativas y vamos a intentar que no haya una quita», indicó. España cuenta con una exposición de 25.000 millones a Atenas.

Rehn, en cambio, abrió la puerta a esta posibilidad al asegurar que el bloque debía estar dispuesto a tomar decisiones difíciles «en los próximos años». El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, avanzó la semana pasada que los gobiernos podrían condonar parte de su deuda cuando quede claro que Grecia ha aplicado las medidas acordadas.

Respetar los acuerdos

Traducida a plazos, la disputa entre el FMI y la divisa común se centra en el horizonte de 2020. El Fondo reclama que se respeten los acuerdos alcanzados y la deuda helena se sitúe por debajo del 120% del PIB ese año. Según las últimas estimaciones, el pasivo heleno ascenderá a 346.000 millones en 2013, el equivalente al 190% de su riqueza. El Eurogrupo considera que el objetivo resulta imposible de realizar y aboga por retrasarlo a 2022. Ante el empecinamiento del organismo monetario, ambas partes estudiaban una solución de consenso. La idea sería permitir cierta flexibilidad, aunque los socios se comprometerían a que el peso de la deuda se reduciría más drásticamente la próxima década.

La modificación de las metas conllevará una inyección adicional de dinero para garantizar la financiación de Atenas. Existían distintas alternativas, pero el escenario más probable apuntaba a una combinación de varias de ellas. Al parecer, el Gobierno heleno se beneficiará de una nueva bajada en los intereses de los préstamos, una ampliación de sus vencimientos e incluso un aportación de fondos del BCE. El banco central cuenta con alrededor de 15.000 millones en beneficios procedentes de la compra de deuda helena. En principio, este dinero se devolverá al país dentro de la batería de esfuerzos por mantenerlo definitivamente a flote.