Galicia hace coches con la mano de obra más barata de la eurozona tras Portugal

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Renault, Ford y GM invierten 4.500 millones en España atraídos por los sueldos «low cost»

16 mar 2015 . Actualizado a las 11:47 h.

La industria europea del automóvil lleva cinco años en crisis, y fabricar coches con los costes más bajos se ha convertido en una necesidad vital para la supervivencia de unos centros de producción sobredimensionados ante un mercado en declive. En este contexto de recortes, los salarios empiezan a jugar un papel decisivo a la hora de decidir qué país se lleva la adjudicación de un nuevo modelo. PSA Peugeot Citroën lo tuvo claro cuando decidió asignar a Vigo la fabricación de una nueva gama de vehículos económicos para su venta en mercados emergentes. Las cuentas cuadraban, entre otros motivos, porque le hora de trabajo de un operario gallego cuesta 22 euros, frente a los 33 euros la hora que cobra un obrero de Citroën en Francia, a pesar de que la media en el país galo se sitúa en 44,7 euros la hora, según datos publicados en el último informe de VDA, la patronal alemana del automóvil. Objetivo: menos costes Según este estudio, que recoge datos del primer semestre del 2012, Galicia fabrica coches con la segunda mano de obra más barata de la eurozona, solo por detrás de los 12,7 euros la hora de Portugal, y al margen de los reducidos costes laborales de los países de Europa del Este. «PSA buscará reducir los costes laborales del grupo entre un 5 y un 10 % en los próximos años porque el alto precio nos ha hecho perder competitividad en Francia», reconoció el presidente del grupo francés en la reciente presentación en París de los nuevos modelos fabricados en Vigo. Precisamente, esta diferencia salarial es la que ha salvado a la factoría madrileña de PSA en Madrid del cierre. A pesar de las presiones políticas, el grupo galo no tuvo más remedio que decantarse por la factoría francesa de Aulnay. La media salarial en la automoción española es ligeramente más elevada, 25,5 euros la hora, una cantidad lo suficientemente competitiva para que las principales multinacionales del automóvil hayan puesto los ojos en las fábricas españolas para sus últimos lanzamientos, o incluso para instalar nuevas líneas de producción deslocalizadas de países laboralmente más costosos. Un país «low cost» Lo explicó de forma muy clara el presidente de Renault, Carlos Ghosn, al confirmar esta semana el nuevo plan industrial del grupo para España. «El coste laboral de un obrero francés es un 43 % superior al de un trabajador español por realizar el mismo trabajo», explicó para justificar la fuerte apuesta por los centros de Valladolid y Palencia. Dicho de otro modo, España vuelve a ser un país low cost para los fabricantes de coches y prueba de ello son los 4.500 millones de euros de inversión confirmados recientemente por Ford, Renault o GM. ¿Estamos ante un avance o un retroceso? «El empleo estable y de calidad no tiene por qué estar reñido con la flexibilidad y la contención salarial», aclara Anfac, la patronal española de los fabricantes de coches. Para el profesor del IESE y experto en automoción, Pedro Bueno, España debe de saber sacar ventaja en el actual contexto frente a la competencia. «Los sueldos nos hacen competitivos para fabricar coches frente a los países de la Europa más rica», afirma. «El alto precio de la mano de obra nos ha hecho perder competitividad en Francia» Philippe Varin «El coste de un obrero francés es un 43 % superior al de un español, por el mismo trabajo» Carlos Ghosn