Los sindicatos insisten en que el paro es «un ultimátum» y Medio Rural asegura que la Xunta «está haciendo los deberes»
27 nov 2012 . Actualizado a las 22:56 h.Los sindicatos agrarios sostienen que las entregas de leche permanecieron totalmente paralizadas en la primera jornada de huelga y unos seis millones de litros quedaron sin recoger en las explotaciones ganaderas de Galicia, a la espera de que las negociaciones con industrias y distribución se traduzcan en un acuerdo para subir el precio de la materia prima en origen.
La conselleira do Medio Rural, Rosa Quintana, afirmó que el Gobierno gallego está haciendo «los deberes» y expresó su confianza en que los distintos agentes del sector lácteo lleguen «en los próximos días» a ese acuerdo para poner fin a la huelga convocada por Xóvenes Agricultores (XX.AA), Unións Agrarias (UU.AA) y el Sindicato Labrego Galego (SLG).
Sin embargo, los ganaderos, aunque sí reconocieron un cambio de actitud por parte de la distribución, no apreciaron, al menos de momento, la misma sensibilidad por parte de las industrias.
«Un ultimátum» de los ganaderos
El secretario general técnico de Xóvenes Agricultores (XX.AA), Juan Pérez, recordó que la huelga de entregas es «un ultimátum» por parte del sector productor. Por ello, dado que la distribución confirmó que «iba a hacer un esfuerzo» para cambiar la actual situación, indicó que los ganaderos esperan ahora una «respuesta inminente por parte de las industrias», que «debería producirse hoy o mañana».
Según Juan Pérez, la propia distribución, en la reunión que mantuvo el lunes -26 de noviembre- con ganaderos y Administración, reconoció que «la situación tiene que cambiar», porque «el precio» actual «no le permite al productor» cobrar por la leche más de lo que cuesta producirla.
«Hace años, conseguimos en una campaña subir el precio en la distribución, pero las industrias no lo trasladaron al productor.
Evidentemente, eso no lo vamos a permitir. En todo caso, hablar de cifras es prematuro, porque todavía estamos en negociaciones», añadió.
Hasta el propio presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, hizo referencia durante su discurso de investidura a la situación que atraviesa el sector lácteo y dijo que al gobierno gallego no le «temblará la mano» para acabar con las «prácticas ilegales o abusivas en la cadena comercial».
De hecho, ante la Cámara autonómica, donde los diputados del BNG exhibieron carteles en los que reclaman precios justos para la leche, Núñez Feijóo propuso un pacto a favor del medio rural a todos los partidos políticos con presencia en el Parlamento de Galicia, como una de las prioridades para la legislatura que acaba de comenzar.
Mientras se producía su discurso, un grupo de ganaderos fue expulsado de la tribuna del Parlamento por recriminar al presidente el papel de la Xunta y en el exterior de la Cámara autonómica un grupo de ganaderos también reivindicaban con una protesta que el Gobierno gallego se implicase para lograr que el precio recibido por su producto cubriese los costes de producción.
Los sindicatos adoptan «medidas drásticas»
El secretario de Organización de Unións Agrarias (UU.AA), José Rodríguez, aclaró que los productores exigen más «implicación» por parte de Núñez Feijoo «para que esto cambie y para que se busque una solución», porque el sector necesita «más que palabras, hechos».
En el transcurso de una concentración de ganaderos ante la fábrica de Lactalis en Nadela (Lugo), Rodríguez dijo que los sindicatos tomaron la decisión de adoptar «medidas drásticas» para acabar con la difícil situación que están atravesando el sector y aseguró que los productores están dispuestos a aguantar «hasta que la Administración dé un paso adelante y solucione el problema».
Por parte del SLG, Xosé Ramón Cendán también dijo que «es hora de que la Administración ponga toda la carne en el asador» para evitar el «desahucio» de las explotaciones agropecuarias, porque «de buenas palabras» los ganaderos ya están «un poco hartos».
«Vamos a seguir con esto y esperemos que no tengamos que radicalizar más la situación. Nos gustaría no tener que hacerlo y que con la paralización de las entregas llegásemos a una solución, que pasa inevitablemente porque haya un compromiso explícito y claro de que el precio de la leche cubra los costes de producción», añadió.
Aparte de la concentración ante la antigua fábrica de Puleva en la localidad de Nadela, hoy propiedad de la multinacional francesa Lactalis, los ganaderos gallegos protagonizaron otros actos de protesta para reclamar la atención de los poderes políticos y se concentraron a las puertas del Pazo do Hórreo, mientras Núñez Feijóo pronunciaba su discurso de investidura.
Otro grupo de productores también accedió al paraninfo del Pazo de San Marcos, donde se estaba celebrando un pleno de la Diputación de Lugo, y exhibieron carteles en defensa del sector lácteo y de la subida de precios de la leche en origen.