Dieter Truxius no elude las preguntas, aunque resulten ciertamente incómodas. Sus respuestas son directas y argumentadas.
¿Está Alemania aprovechándose de su posición de superioridad y fortaleza para llevar a cabo un proceso de colonización en los países del sur de Europa?. Ante este interrogante que podría resultar molesto para cualquier dirigente, Truxius no se arredra: «Yo nunca le llamaría colonización. Ya han aprendido que no funciona el gran jefe alemán frente a otros países».
El director financiero de Dachser advirtió que las inversiones no están motivadas solamente por el precio de la hora laboral, sino también por la calidad del trabajo. Destacó, además, que España es un buen aliado para impulsar negocios en otras tierras, ya que se entiende con Alemania y también con América Latina, así como con países del norte de África.
Explicó el financiero que la idea de la inversión en Azkar es de permanencia, buscando un beneficio en el largo plazo, y así se lo han explicado a los accionistas más jóvenes del grupo familiar Dachser, cuyo plan de inversión está dotado con 1.300 millones de euros para los próximos diez años.
El grupo creado en 1930 por Thomas Dachser tiene hoy presencia en todo el mundo, aunque destaca la posición con la que cuenta en China, país en el que dispone de unos 15 centros operativos.