Pide al Banco de España que se asegure de que se cumple la sentencia
19 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«Hoy el Ministerio de Economía ha pedido al Banco de España una especial atención al cumplimiento de la sentencia del Supremo sobre las cláusulas suelo. Es una sentencia fundamental, que exige transparencia». Así explicó ayer Luis de Guindos el interés del Gobierno en que el fallo del Supremo, que se ha materializado ya en la supresión de dichos topes por parte del BBVA, Novagalicia y Cajamar en todas sus hipotecas, se cumpla escrupulosamente e incluso se llegue a extender a todo el sector, ya que, como recordó, el fallo «sienta jurisprudencia».
«La sentencia está para cumplirse y eso es lo que Economía le ha pedido al Banco de España, que haga un seguimiento próximo», señaló De Guindos. «El gobernador me ha indicado que va a poner especiales medios y recursos para que se cumpla», añadió, recordando que en el caso de las cláusulas suelo el problema «no es tanto su existencia como la opacidad con la que estos topes han sido incluidos en los contratos».
Precisamente para evitar que en el futuro vuelva a producirse dicha falta de transparencia, en la que el tribunal basa su fallo de nulidad -que afecta directamente a BBVA, Novagalicia y Cajamar-, el responsable de Economía explicó que el Gobierno ha incluido en la ley de deudores hipotecarios la obligatoriedad de que las cláusulas sean reconocidas ante notario «de forma manuscrita» por ambas partes, entidad y cliente. «El Banco de España también tendrá que desarrollar esta fórmula a través de una circular», añadió.
Sin contrapartida para la banca
Respecto a las cláusulas suelo en vigor, indicó que «más allá de la sentencia específica, puede haber otras situaciones similares en las que se pueda aplicar, y hay que hacerlo con especial diligencia y que no se produzca ningún tipo de contraprestación o compensación para la entidad como consecuencia de su eliminación. Y eso es lo que le hemos pedido al Banco de España». Es decir, que las firmas que supriman dicho tope a sus clientes -algo que, como argumentó el presidente del BBVA, Francisco González, parece que acabará extendiéndose a todo el sector- no les modifiquen a cambio ninguna de sus condiciones previas.