Touriño niega que el Banco de España advirtiese al bipartito sobre problemas en las cajas

Efe VIGO

ECONOMÍA

También explica que la conselleira de Facenda recibió un dossier con un análisis financiero del sector

05 jul 2013 . Actualizado a las 19:26 h.

El expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño niega que el Banco de España advirtiera formal ni informalmente al bipartito (PSOE-BNG) de una «supuesta inviabilidad, insolvencia o delicada situación» de las cajas gallegas, y dice que cualquier afirmación en tal sentido es «una falsedad manifiesta». En una nota, Touriño responde a su sucesor en la presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien hoy en la comisión de investigación de las cajas ha criticado a los responsables del bipartito que no le hubiesen alertado de la situación financiera en que se encontraban estas entidades en el traspaso de poderes.

Feijóo ha recordado que tomó posesión el 18 abril de 2009 y que ni las semanas anteriores en que se negoció el traspaso de poderes ni las inmediatamente posteriores tuvo «un solo papel sobre la situación real de las cajas», y ha agregado: «Me preocupó esta ausencia absoluta de información».

En su comunicado, Touriño asegura que mientras presidió la Xunta, ni él ni el exconselleiro de Economía José Ramón Fernández Antonio recibieron advertencia alguna del supervisor sobre Caixa Galicia y Caixanova. Y añade que «tampoco es cierto» que el Gobierno saliente no transmitiera información al entrante en el proceso de traspaso en relación a las cajas. Touriño alude a un dossier que el exresponsable de Economía y Hacienda entregó a su sucesora, Marta Fernández Currás, con un análisis financiero de las entidades y sendos documentos sobre la evolución de los recursos propios de éstas en el segundo semestre de 2008 y con datos básicos de evolución de enero y febrero de 2009.

Añade que la última información del Banco de España que obraba en poder de la Xunta durante su mandato la obtuvo de una reunión celebrada, a petición del Gobierno gallego, el 21 de octubre de 2008, y de otra posterior. En ellas, el supervisor dio cuenta del seguimiento realizado a las cajas gallegas, en particular del plan estratégico de Caixa Galicia, y que «en ningún caso» señalaba la existencia de «problema alguno de solvencia o inviabilidad» de ninguna de las dos entidades.

Asimismo, persistió en la idea de que la Xunta no debía «interferir» en la gestión ni en la labor de supervisión del Banco de España. Destaca también que la revisión de las últimas cuentas en el período en que presidió la Xunta, presentadas en junio de 2009 y referidas a 2008, son «auditorías limpias y sin reparos», donde los coeficientes de solvencia de ambas entidades se sitúan por encima de los requisitos mínimos exigibles por el Banco de España.

Por lo tanto, concluye que ni la información trasladada por el supervisor, ni los propios balances, ni las cuentas auditadas de la legislatura 2005-2009 pusieron de manifiesto «ninguna señal de inviabilidad o falta de solvencia» de las antiguas cajas de ahorro gallegas.